Marc Márquez (Repsol Honda) defenderá este fin de semana su liderato en el Mundial de MotoGP en el circuito de Le Mans, escenario del Gran Premio de Francia, quinta prueba del campeonato y a la que acude con el deseo de propinar el primer golpe a sus rivales.

El catalán se puso por primera vez al frente de la clasificación general con su victoria en el Circuito Jerez-Ángel Nieto, ayudado por la triple caída en la que se vio implicado el italiano Andrea Dovizioso (Ducati), y ahora intentará abrir brecha en un trazado que ha sido coto de Yamaha en los últimos años.

El de Cervera se plantará en Le Mans, que se caracteriza por ser de "stop and go", con una renta de doce puntos sobre Johann Zarco (Yamaha) y como el único que ha sido capaz de ganar ya dos carreras del Mundial, además de forma consecutiva y con bastante autoridad sobre el resto de rivales, lo que le ha permitido dejar atrás el polémico "0" de Argentina.

Ahora, el hexcampeón del mundo busca acabar con cuatro años sin poder encadenar tres triunfos mundialistas seguidos ya que no lo logra desde su espectacular inicio de campaña en 2014 cuando se llevó los primeros diez Grandes Premios para sentenciar su segundo título.

Y lo tendrá que hacer en un circuito donde en la categoría "reina" no gana precisamente desde aquella temporada. De hecho, Márquez sólo posee dos triunfos en el mítico trazado francés ya que su otra victoria fue en Moto2.