El Real Madrid cerrará hoy su temporada como local, frente al Celta de Vigo, más pendiente de la final de la Liga de Campeones en Kiev que de un encuentro de Liga intrascendente.

Sin opciones de revalidar el título liguero, el Santiago Bernabéu será escenario de un partido que el equipo blanco quiere utilizar para mantener el nivel competitivo ante el gran reto de la final continental frente al Liverpool. Un choque en el que no puede permitirse repetir la pobre imagen ofrecida el pasado miércoles en el Sánchez Pizjuán, donde encajó su sexta derrota liguera (3-2). Por ello, es muy posible que Zidane se olvide de poner sobre el césped su conocido "plan B".

El técnico galo volverá a contar en el once inicial con Varane, Toni Kroos y Modric, a los que podría sumarse Isco. El malagueño, que cayó lesionadoen el Allianz Arena ante el Bayern Múnich, necesita minutos para llegar en plena forma a Kiev. Junto a ellos se perfila como novedad el galés Bale, asumiendo la responsabilidad de poner el olfato de gol que perderán los blancos por la ausencia de Cristiano Ronaldo. El luso, lesionado, se perderá este envite al igual que Dani Carvajal y, posiblemente, Sergio Ramos -este último por descanso-.

El Celta de Vigo, por su parte, se encomendará hoy a su goleador Iago Aspas para tratar de doblegar al Real Madrid en el Santiago Bernabéu, donde reaparecerá el internacional español tras tres meses de lesión.

Necesita el equipo gallego los goles de Aspas como el comer. Sin él, el Celta de Vigo no ha ganado esta temporada en Liga.

El regreso del ariete supone un plus anímico para un equipo que ya no se juega nada en Madrid pero que buscará despedir el curso con buenas sensaciones, tras firmar una penosa segunda vuelta a domicilio -su última victoria fue el 21 de enero en Anoeta- y dejar escapar el triunfo en el derbi gallego frente al Deportivo de la Coruña- en el tiempo añadido.