El Gran Premio de España de Fórmula 1 aterriza este fin de semana en el Circuit de Barcelona-Catalunya con la dupla española formada por Fernando Alonso (McLaren) y Carlos Sainz (Renault) en estado de gracia y con la voluntad de seguir mejorando mientras que, en la parte alta, se espera otra batalla entre Mercedes y Ferrari.

Alonso terminó séptimo en Bakú en la que consideró él mismo que fue la "mejor" carrera de su vida y pretende alargar en Montmeló la racha de siete carreras seguidas puntuando en un circuito de su agrado en el que ya sabe lo que es ganar, aunque ello no se produzca desde hace cinco años.

Por su parte, Carlos Sainz fue quinto en la última cita en Bakú en un resultado que hace presagiar, junto a las mejores de Renault para Barcelona, un buen fin de semana. Si bien es cierto que, en el regreso del Mundial a Europa tras las cuatro primeras citas fuera, todos los equipos traen mejoras, y que el trazado es conocido por todos por ser el banco de pruebas, Sainz confía en tener un punto extra.

Contar con una grada propia de apoyo, tener el sueño de poder ganar una carrera de Fórmula 1 y más en casa, y un coche competitivo hacen que el madrileño confíe en sí mismo y esté tranquilo ante la cita de Montmeló. Eso sí, el de Renault ha confesado que no llega a la cita en las mejores condiciones y que los buenos resultados podrían tardar en llegar más de lo deseado.

Mientras, en cabeza, Mercedes y Ferrari podrían vivir un nuevo episodio en su guerra. A diferencia de otros años, las balas plateadas alemanas no están tan lejos de los Ferrari, que con Vettel dominó el arranque del Mundial. Pero la última victoria de Hamilton en Bakú y la cuarta posición de Vettel propiciaron que el británico volviera a ser líder.

Gran dominador de los últimos años en el Circuit de Barcelona-Catalunya, Mercedes sabe que esta temporada no puede relajarse si no quiere verse de nuevo por debajo en esa lucha con los monoplazas italianos. Una pelea de lo más interesante que puede contar con algún "invitado sorpresa".