Con lágrimas en los ojos, con la voz entrecortada y "desgarrado" como confesaría durante la rueda de prensa, compareció Eduardo García Valiente para analizar el partido en el que su equipo perdía las opciones de jugar el próximo año en Asobal. El entrenador pistacho aludía a la "falta de gasolina" para explicar la derrota pese a haber ido mandando en el electrónico durante la mitad del encuentro: "Mientras nos aguantó la gasolina estuvimos en partido porque ellos pusieron un ritmo muy alto. En la primera parte, pese a errores puntuales, hemos estado jugando muy bien y en la segunda parte nos han pasado por encima, no hemos conseguido competir en ningún momento".

Pero la sensaciones iban más allá de lo vivido en el 40x20 durante el último encuentro en el Ángel Nieto y es que García Valiente tenía que hacer acopio de fuerzas para explicar las sensaciones de un vestuario que acababa de perder la categoría: "Al final es difícil explicarse hoy. Siente una mezcla entre orgullo por estos chicos que lo han dado todo y la afición pero por dentro estás destrozado. Mi cabeza durante esta segunda vuelta sabe que iba a ser muy difícil, que esta semana iba a ser casi imposible pero te desgarra por dentro. Todo el mundo está por dentro destrozado". El técnico pistacho explicó, además, que la camiseta "pistacho" se "siente por dentro" y eso te duele, te deja "deja destrozado". "Quieres estar orgulloso, tener la cabeza alta, pero estas dolido, triste y desgarrado. Ahora tenemos que ir a ganar a Guadalajara y contra Anaitasuna, es en lo que tenemos que pensar" comentaba el entrenador del MMT Seguros Balonmano Zamora quien apelaba al último partido en casa para que todo el entorno del club se pudiera llevar una alegría: "Cada año se acaba una mini historia y estoy deseando que llegue el partido de Anaitasuna para ver si el Ángel Nieto se llena para agradecer todo el cariño del público con una victoria. Vamos a intentar que sea una fiesta para despedir una temporada muy dura. En verano algunos nos daban descendidos en Navidad y hemos luchado hasta aquí y hasta dentro de quince días estaremos luchando".

Para García Valiente, pese a que la afición despidió a todo el equipo con una ovación que duró más de cinco minutos, el descenso es "un fracaso" porque el entrenador y todos sus jugadores arrancaron el año con la ilusión de salvarse. "Al final yo personalmente quiero ganar y mi objetivo era mantenernos. Entonces, no conseguirlo es muy duro y para mí ha sido un fracaso, de eso se trata el deporte, de seguir mejorando, de sobreponerse", añadió el técnico del MMT.