El último clásico pudo ser otro con el VAR. El sistema de videoarbitraje, que será implantado la próxima temporada en la Liga de Primera División, hubiera entrado a valorar al menos tres jugadas clave del Barcelona-Real Madrid del domingo. Según fuentes del comité de árbitros, la posible roja a Bale, la falta de Luis Suárez a Varane previa al 2-1 y el hipotético penalti de Jordi Alba a Marcelo ya con 2-2 en el marcador habrían sido susceptibles de revisión.

En cambio, según esas mismas fuentes, no entrarían en el debate la expulsión de Sergi Roberto ni el fuera de juego de Rakitic que invalidó lo que pudo ser el tercer gol del Barça.

Alejandro José Hernández Hernández (Arrecife, Lanzarote, 10-11-82) llevó sin mayores problemas su segundo clásico de la temporada (fue el árbitro del 0-3 de la primera vuelta en el Bernabéu) hasta el minuto 45 del primer tiempo.

Había solucionado una trifulca entre Sergio Ramos y Luis Suárez con una tarjeta amarilla, igual que una entrada de Messi al central andaluz que pareció relacionada con el incidente. Pero en la siguiente jugada, ni él ni su ayudante vieron cómo Bale clavaba los tacos de su bota en el gemelo a Umtiti.

El árbitro ni siquiera mostró tarjeta amarilla, pero con el VAR, en una repetición cercana y a la espalda de los jugadores, Hernández Hernández hubiese sido advertido de que el galés merecía la tarjeta roja. Algo que no hubiese tenido sentido poco después, cuando Sergi Roberto golpeó sin balón a Marcelo. Al margen de que el canario estaba bien situado y pudo apreciar el lance con nitidez, ninguna imagen de televisión permitió calibrar la intensidad del golpe del lateral barcelonista.

En la segunda parte, el VAR hubiese tenido trabajo en al menos dos jugadas. Aunque pasaron unos segundos entre la falta de Luis Suárez a Varane y el remate a gol de Messi, los responsables del videoarbitraje estarían obligados a advertir a Hernández de la infracción. Según los criterios del sistema, todas las jugadas que acaben en gol son revisables. También acciones de área como el derribo de Jordi Alba a Marcelo, que el árbitro no consideró penalti.

En cambio, las fuentes consultadas por este periódico advirtieron de que lo que pudo ser el 3-1 para el Barcelona, en el minuto 54, no entra en ese catálogo porque las tomas de televisión disponibles no aclaran sin lugar a la duda si Rakitic estaba o no en posición adelantada antes de dar el pase de gol.

La implantación del VAR supondrá, entre otras cosas, una sobrecarga de trabajo para la plantilla arbitral de Primera División, que podría ser incrementada la próxima temporada. Cuando empiece la Liga 2018-19, cada partido de Primera será juzgado en unas instalaciones habilitadas en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas por tres árbitros y dos asistentes. Eso quiere decir que algunas jornadas será necesario movilizar a 50 colegiados, además de los 40 que estarán en los campos.

Aunque en un principio estaba previsto hacer pruebas con el VAR en algún partido de la Copa del Rey de esta temporada, lo único que se está haciendo en Las Rozas son simulaciones "offline", es decir, el análisis de las jugadas por los árbitros de VAR sin comunicación con los árbitros del campo. Y todo bajo la supervisión de Carlos Velasco Carballo, el exinternacional español que ha sido designado instructor de los actuales árbitros de la FIFA y de la Liga española.