Una buena reacción en la segunda mitad permitió al Zamora CF rescatar un punto en su visita al terreno de juego de un Atrio Bupolsa que buscaba certificar de forma matemática la salvación. El combinado de Carlos Tornadijo sufrió en una primera mitad en la que los anfitriones, tras adelantarse muy pronto en el marcador aprovechando una acción a balón parado, pusieron contra las cuerdas a los del Ruta de la Plata. Pero todo cambió tras el paso por los vestuarios, cuando los rojiblancos pusieron toda la carne en el asador para empatar la contienda y quemar todas sus naves en busca de una victoria que finalmente se les resistió.

Las múltiples ausencias obligaron al Atrio a presentarse al encuentro con solo 13 efectivos y con muchos futbolistas fuera de su posición obligados por las circunstancias. Pese a todas las adversidades bien saltó al terreno de juego el combinado burgalés, que avisó pronto de sus intenciones al Zamora con una internada de Dani Burgos, que sirvió un balón a Guti. Muy forzado, y con la zurda, disparó desviado el ariete local. Más contundente fue el Bupolsa en la siguiente acción, un córner botado por Picón en el que Dani Burgos, ganando la partida a su par en el primer palo, cabeceó cruzado el esférico para alojarlo en el fondo de las mallas.

El tanto dejó tocado a los rojiblancos y, de hecho, los locales estuvieron cerca de aprovechar esos instantes de desconcierto de los de Tornadijo para sentenciar el envite. Primero en el 18 en un centro con el exterior de un participativo Dani Burgos que David, solo en el segundo palo, controló y disparó muy blando ante la salida del meta rojiblanco, que detuvo el balón con el cuerpo.

En la siguiente jugada Aritz se zafó muy fácil de Yon en un saque de esquina, pero su disparo a la media vuelta salió demasiado flojo y lo atrapó sin problemas Berlana.

Carlos Tornadijo movió ficha y cambió el dibujo, pasando a jugar con tres centrales y dos carrileros muy largos.

El enroque salió a la perfección, pues el Zamora comenzó a ganar metros. Su primera aproximación llegó en el minuto 22 en un centro desde la izquierda de Diego que se comió Varona dejando el esférico a los pies de Iñaki, cuyo disparo cruzado y raso lo detuvo Lisardo con solvencia. Y ya en el 35 Carlos Ramos inició una buena transición abriendo a la izquierda, donde Dani Hernández puso un servicio al punto de penalti. Allí apareció Iñaki para rematar en plancha, pero la zaga local despejó a saque de esquina.

El arranque del segundo acto fue, de nuevo, para los burgaleses pero ahí apareció una mano de Berlana y todo cambió. Reaccionó el Zamora, que empató en el 61 con una potente volea cruzada a media altura de Charly, que se encontró con un balón suelto en el segundo palo tras un saque de esquina tenso botado por Carlos Ramos.

Este último se echó el equipo a sus espaldas y puso en muchos aprietos al Bupolsa, más por control territorial que por ocasiones. La mejor fue un centro de Ramos por encima de la defensa local.

Pese al control absoluto de la situación el Zamora no inquietó demasiado la portería de Lisardo. De hecho, al margen de las ocasiones reseñadas solo se intentó con dos disparos lejanos de Charly y otro de Fer desde 25 metros. Ninguno de ellos encontró los tres palos. Y con un buen servicio de Carlos Ramos, con el tiempo casi cumplido, que se paseó por la línea de gol sin que nadie llegara para empujarlo.

Al final, un empate que salva los muebles, pero que alarga, una semana más, el maleficio de no ganar lejos de casa.

Sin tiempo de reacción, el Zamora viaja el martes para medirse al Real Ávila para disputar el encuentro que tiene pendiente.