El tenista español Rafa Nadal logró ayer el pase a la final del Barcelona Open Banc Sabadell-66 Trofeo Conde de Godó, de categoría ATP 500 y disputado sobre tierra batida, al derrotar al belga David Goffin (6-4, 6-0), y buscará ante el griego Stefanos Tsitsipas, verdugo de Pablo Carreño, su undécimo título en la Ciudad Condal.

El número uno del mundo se encontró con un "break" en contra en el primer juego que le hizo entrar en "modo alarma". Así, desterró cualquier relajación para devolverle la rotura en el cuarto y, sin enfrentarse a ninguna bola de rotura más, quebrar el saque de su rival en el décimo juego y llevarse el parcial.

Comenzaba así una racha de ocho juegos consecutivos ganados. Y es que Nadal arrolló a su adversario en la segunda manga, donde no le permitió un respiro y le endosó un "rosco". En la tercera bola de partido, el de Manacor cerró la contienda en menos de una hora y media de juego.

Con esta victoria, Nadal alcanza las 400 en el polvo de ladrillo, que podrían ser 401 si vence al heleno, número 63 del mundo, al que se enfrentará por primera vez en el circuito. En la primera de las semifinales, Carreño sucumbió ante la sorpresa del torneo, el griego Stefanos Tsitsipas (7-5, 6-3), que optará a su primer título ATP. Carreño, tras deshacerse en cuartos del búlgaro Grigor Dimitrov (6-3, 7-6(4)), saltó a la tierra batida barcelonesa consciente de los problemas que entrañaba el tenista heleno.

De hecho, Tsitsipas comenzó golpeando primero y poniéndose pronto 3-0 arriba; incluso en el sexto juego tuvo dos ocasiones de rotura para el 5-1, pero el asturiano defendió su servicio. El español esperó al noveno para devolverle el break y confirmarlo a continuación.

Sin embargo, el griego, a un nivel soberbio en el torneo, siguió aguantando la presión de ser la revelación en la Ciudad Condal y volvió a quebrar el saque de su adversario en el duodécimo juego para hacerse con la primera manga en unos 50 minutos.

En una segunda manga pareja, Tsitsipas aguardó con paciencia al sexto juego para firmar un nuevo quiebre, que consolidaría poco después con su saque. En el noveno, en su segundo punto de partido, el griego confirmó su victoria y su pase a la final tras vencer en diez sets consecutivos.