Jaime Rosón cumplió con el expediente en la segunda etapa en línea del Tour de Romandía y entró en meta dentro del pelotón principal. El zamorano continúa, por tanto, a 25 segundos del liderato que sigue en poder de Primoz Roglic, a la espera de que la cronoescalada de hoy vuelva a abrir brecha entre los favoritos de la carrera.

En esta ocasión, en la etapa que unió las localidades de Delémont e Yverdon Les Bains, Rosón asistió desde el pelotón a una auténtica exhibición de fortaleza de uno de los aventureros más prolíficos del pelotón internacional, un Thomas de Gendt que ya lo probó en la jornada del miércoles y que ayer dio diana tras deshacerse con una autoridad pasmosa de sus compañeros de fuga y burlar sin demasiados apuros la persecución del pelotón.

El ciclista belga descolgó uno a uno a Grivko, Campenaerts y Brown y enfiló el llano con piernas para aguantar el pulso. Los equipos de los sprinters tiraron del carro sin demasiada fe y De Gendt se vio ganador enseguida. No le llegó, eso sí, para meterse en la pelea por la general, como tampoco al propio Brown, el que más cerca estaba de la escapada, que acabó siendo absorbido por el pelotón antes de la llegada.

Así, De Gendt terminó entrando en línea de meta con tiempo para regodearse en la celebración. De hecho, le sacó más de dos minutos a un pelotón que alcanzó el final de nuevo encabezado por Colbrelli. Una jornada más, el italiano fue segundo, con la miel en los labios, y expresó su rabia con un golpe de cabeza fruto de su propia frustración.

Como es habitual, Jaime Rosón estuvo atento en el sprint para meterse en las primeras unidades y acabó la etapa en la vigésimo cuarta plaza, el mejor de los Movistar, aunque los seis que permanecen en carrera entraron con el pelotón.

En cuanto a la clasificación general, el zamorano sigue en la trigésimo sexta plaza, a 25 segundos del líder, pero con todo por decidir. La escasez de dificultades montañosas hasta la fecha ha dejado la carrera en el aire. De hecho, entre Roglic, que es el líder, y Porte, que marcha décimo, tan solo hay trece segundos de diferencia, por lo que la cronoescalada de hoy se presenta como una ocasión interesante para aquellos que quieran encaramarse a las primeras posiciones del Tour de Romandía.

Desde luego, dureza no le falta al puerto de primera categoría de Ollon-Villars, por donde discurrirán los corredores. Se trata de una ascensión de diez kilómetros al 7,8% de media y con un desnivel de 800 metros que pondrá a prueba la fuerza y la explosividad de los corredores con la carretera hacia arriba. En principio, hombres como Geraint Thomas o Richie Porte parecen contar con una situación favorable ante sí, aunque habrá que ver cómo afecta la carga que cada uno lleva a esta altura de temporada y las aspiraciones que tiene en la carrera.

Para Jaime Rosón, la cronoescalada se presenta como una opción para mejorar posiciones en la clasificación de cara a la etapa de mañana, que también supondrá un contacto con la montaña y en la que, en principio, el zamorano podría estar con los mejores para acabar haciendo un buen papel en la clasificación general.

Hoy, Rosón saldrá en torno a las cuatro de la tarde, hora y media antes de la conclusión de una tercera etapa que se presume como clave en el devenir de la edición del 2018 del Tour de Romandía.