El Barcelona visita el Olímpico de Roma, donde intentará hacer valer el 4-1 de la ida para clasificarse para unas semifinales de la Liga de Campeones de las que falta desde 2015. Lo quiere impedir un conjunto romano tocado, pero dispuesto a que se produzca el "milagro". El Barça guarda un buen recuerdo del escenario, donde ganó su tercera Copa de Europa en 2009, frente al Manchester United (2-0), pero nunca logró ganar al equipo italiano en el Olímpico.

Aunque tiene otras opciones, lo más probable es que Ernesto Valverde repita el "once" de la ida, con Semedo en el lateral derecho y Sergi Roberto reforzando un centro del campo al que volverá Busquets. "No tenemos nada ganado. Es verdad que tenemos un buen resultado, pero nada más. Debemos jugar como si el marcador fuera de 0-0", afirmó Valverde. El guardameta Ter Stegen señaló que "si estamos concentrados en nosotros, tenemos una ventaja que es difícil para la Roma".

El entrenador de la Roma, Eusebio di Francesco, se preguntó: "¿Por qué no rendirse hasta el final y esperar algo realmente impensable? Debemos hacer tres goles y es una tarea muy difícil, pero tenemos la obligación de intentarlo: y esta es la razón por la que pondré en el campo a la mejor formación". En ella estará el belgan Nainggolan, baja en el partido de ida. "Soñaba desde niño con enfrentarme al Barcelona", dijo Nainggolan, que da opciones a su equipo de remontar: "El Barcelona tiene a jugadores de gran calidad, pero no vi tanta diferencia en la ida. Hicimos un gran partido. Hemos sido desafortunados en algunas acciones concretas".