El Futbol Sala Zamora se impuso por 2-6 en su visita al Albense, una victoria que combinada con la derrota del segundo clasificado, el Pizarrales Tres Cuñados, en su partido ante el Santiago de Sama, certifica matemáticamente la condición de campeón de grupo para el conjunto zamorano. Chema Sánchez logró dar el título a su equipo en la que fue su casa, como también lo fue de jugadores como Sergio Hernández, Marco Mandado, Javi Santos y Diego.

A pesar de lo que el holgado resultado final pueda invitar a creer, el partido no fue ni mucho menos fácil para el líder de la Liga, un Zamora Importa que pronto vio como los locales se adelantaban en el marcador a los 3 minutos de juego para deleite del público que se dio cita en el pabellón municipal en este encuentro de rivalidad.

Tardó el Zamora en dar réplica a la ventaja local, que duró hasta que Sergio Simón empató en el minuto 12. Los dobles penaltis fueron protagonistas en la recta final del primer tiempo. El propio Sergio transformó uno para adelantar por primera vez al Zamora, pero respondió el local Óscar con otro para hacer que ambos conjuntos se marcharan al descanso con tablas en el marcador.

Al contrario de la primera mitad, la segunda fue completamente del equipo zamorano, que ya en el primer minuto se puso por delante por mediación de Matos. Luego, el tanto de Pablo a los cinco minutos de la reanudación dio por primera vez una ventaja de dos goles al Zamora que, sin menosprecio del esfuerzo del Albense por volverse a meter en el partido, encontró en el 2-4 la tranquilidad necesaria para sentirse amo y señor del partido.

Hasta el final, lo refrendó con dos tantos más marcados por Héctor y Javi Santos, el último cuando el Albense atacaba con portero jugador para tratar de maquillar el resultado. Con estos dos tantos y el anterior de Pablo, los hombres salidos desde el banquillo aportaron la mitad de los goles anotados por el FS Zamora en Alba de Tormes, un dato que lejos de ser anecdótico demuestra el equilibrio en la plantilla zamorana.

La consecución ya matemática de la primera posición del grupo coloca al Zamora ante el gran reto de conseguir el ascenso a la categoría de plata del fútbol sala español. Para lograrlo, deberá superar una eliminatoria a doble partido ante el campeón de otro de los seis grupos que componen la Segunda B. Los emparejamientos se decidirán por sorteo puro una vez concluya la liga regular, de las que restan cuatro jornadas en las que el Zamora, a pesar de no jugarse ya nada, pero a la espera de esa eliminatoria definitiva, no podrá permitirse el lujo de bajar la tensión competitiva.