El argentino Lionel Messi volvió a ser el salvador de su equipo, gracias a los tres tantos contra el Leganés, en un partido que los azulgrana fueron de más a menos, pero que lo cerraron al igualar el récord de encuentros sin perder. La victoria azulgrana le sirve para enfatizar su liderato a falta de siete jornadas. Con cuatro triunfos más, los azulgrana podrán cantar el alirón.

El Barcelona tuvo una primera parte muy cómoda, en la que fue el claro dominador del juego y la pelota. La ocasión más clara llegó de las botas de Messi, quien en posición correcta, a pesar de las protestas, sirvió en bandeja el gol a Luis Suárez, pero el remate del uruguayo en el 20 lo sacó un Cuéllar que parecía batido. A tres minutos de la media hora, Siovas cometió falta a Messi en la frontal. La ejecución del crack azulgrana fue precisa, ya que envió el balón al palo corto, superando la barrera y marcado su sexto de falta en la temporada. El Leganés ganó terreno, pero en una recuperación de Rakitic, el balón fue a Coutinho, quien imprimió velocidad a la acción y lo envió hacia Messi, que entraba en el área y con la zurda lo colocó junto al palo, marcado su segundo tanto y el séptimo que le ha marcado a Cuéllar.

El partido empezó a romperse en la segunda parte, con un Barça menos compacto. Lo aprovechó el Leganés, que tras varias ocasiones acabó marcando gracia a un remate de El Zhar que, tras rebotar en Sergi Roberto, superó a Ter Stegen. El Leganés se creyó que podía dar la campanada, pero el Barcelona se volvió a recomponer y, tras un nuevo error garrafal de Luis Suárez en una ocasión clarísima, en el 87volvió a aparecer Messi, que resolvió con habilidad una llegada en solitario ante un impotente "Pichu" Cuéllar.