Saulo Hernández señaló al finalizar el vibrante partido de ayer que "en el descanso supimos que Martorell había ganado a Baskonia y lo que llevamos diciendo mucho tiempo, y lo que nos gusta de este deporte, que lo que parece imposible se puede hacer posible. Nosotros jugábamos contra un equipazo que llevaba cuatro victorias seguidas, y Baskonia, que es, seguramente, el equipo más fuerte de la segunda vuelta, pierde con Martorell que llevaba nueva derrotas seguidas y ya está descendido. Por este tipo de tardes es por lo que nos gusta el baloncesto. Estoy super orgulloso de que mis jugadores sigan creyendo aunque todo parezca que está en contra, que se agarren a un clavo ardiendo, que sigan entrenando bien, que sigan con esta ilusión, me llena de orgullo".

El Aquimisa Queso Zamorano demostró ayer de nuevo que no es inferior a la mayoría de los equipos de la Liga como parece indicar su clasificación: "Tuvimos una pretemporada más larga de lo habitual. En los once partidos seguidos que perdimos tuvimos seis bolas para ganar. Seguro que hicimos cosas mal, pero también pudo haber un factor de mala suerte, pero en la segunda vuelta, los jugadores han ido creciendo a nivel individual y colectivo y han conseguido que siempre plantemos cara. Por otra parte, hoy por primera vez en mucho tiempo, la gente ha apretado cuando había que apretar, Hoy el público no ha estado como otras veces en las que se nos tacha de ser fríos a los zamoranos, pero hoy la afición entendió desde el principio lo que nos estábamos jugando".