El Sevilla afronta hoy (20.45 horas/beIN Sports) uno de los partidos más importantes de toda su historia, la ida de cuartos de final de la Liga de Campeones ante el Bayern de Múnich, uno de los máximos favoritos al título y que llega en un gran momento de forma al Ramón Sánchez-Pizjuán, donde aguarda un rival que llevaba 60 años esperando una oportunidad así.

Fue en la temporada 1957/58 cuando el Sevilla realizó su anterior incursión en cuartos de la Copa de Europa y aquel precedente dejó un sabor muy amargo, ya que el Real Madrid le endosó un 8-0 en la ida, la derrota más abultada en la historia de la competición en esta ronda y también la más dura del Sevilla en toda su historia europea. El 2-2 de la vuelta quedó en una mera anécdota.

Más de medio siglo después, el Sevilla vuelve a estar entre los ocho mejores de Europa tras una meritoria campaña en la que ha logrado mantenerse invicto y viene de eliminar en octavos al Manchester United. Ahora le espera otro antiguo rey de Europa, ganador de cinco títulos en la máxima competición y al que todavía no ha enfrentado en partido oficial.

Y el equipo andaluz lo ha logrado dentro de una temporada extraña, ya que cambió de entrenador en Navidad y su rumbo en liga sigue siendo muy errático, pero a cambio disputará la final de Copa del Rey ante el Barcelona y se encuentra ante una gran oportunidad continental.

Vincenzo Montella, artífice de esta "resurrección", sufrirá una baja muy importante hoy, la del 'cerebro' de su equipo, Éver Banega, que está sancionado. El argentino volvió a exhibirse en el último partido ante el Barça, en el que el Sevilla demostró que tiene la maquinaria engrasada para retar a los mejores equipos del continente, aunque Messi aguó la fiesta hispalense (2-2).

En el plano positivo, el Sevilla cuenta con el apoyo de su afición, amplia experiencia los últimos años en partidos importantes, aunque sean de Liga Europa, y su buen historial en casa ante rivales alemanes, contra los que nunca ha perdido en 11 enfrentamientos, sumando 7 victorias y 4 empates.

A orillas de Guadalquivir llega un rival temible, un Bayern que viene de destrozar al Borussia Dortmund en el clásico alemán (6-0) y de meter a enfriar el champán de su inminente sexta Bundesliga consecutiva. Resuelta esta tarea, puede centrar todos sus esfuerzos en la Champions.

El club bávaro, cuyo último título europeo data de 2013 precisamente con Heynckes en el banquillo, llega avisado por sus malas experiencias ante rivales españoles, ya que en el último lustro ha sido apartado por Real Madrid -dos veces-, FC Barcelona y Atlético de Madrid en distintas eliminatorias de Liga de Campeones.

Clasificado para cuartos por séptimo año seguido -récord del club-, el Bayern mantiene sus señas habituales con poderío físico, juego rápido y la voracidad de Lewandowski, al que no afectan los rumores sobre su futuro.

Una dura derrota en París (3-0), todavía con Ancelotti en el banquillo, es la única "mancha" esta temporada del Bayern. Un equipo que cuenta con las bajas de Neuer, bajo palos, y Coman, mientras que el resto de la plantilla llega en perfecto estado, incluidos los recuperados Vidal y Juan Bernat.