El Quesos El Pastor cerró el sábado una temporada para olvidar, pero también para aprender de los errores cometidos y de las dificultades que la directiva que preside Carlos Baz ha tenido que superar para alcanzar la permanencia. Para olvidar, antes que nada, la humillante derrota en el partido contra Universitario Ferrol, la más abultada de las siete temporadas en Liga Femenina y que, además, permitió al equipo gallego batir todos los récords imaginables: victoria por más diferencia, estadísticas individuales de algunas jugadoras, asistencias, pérdidas, puntos en un solo cuarto, valoración del equipo, máxima anotación, porcentaje y acierto en tiros de campo, triples en un solo partido... Pero este encuentro de nefasto recuerdo, no debe empañar la consecución de la permanencia por séptima temporada consecutiva, lo que mantiene al CD Zamarat como el cuarto equipo más antiguo en la categoría, tan sólo superado por Avenida, Cadí y Girona. El mérito de la permanencia fue reconocido por el otro club de primera categoría zamorano, el Balonmano Zamora que señaló ayer que "Zamora tendrá, al menos, un equipo en la máxima categoría la próxima temporada. Gran noticia para todos los amantes del deporte". También el grupo municipal del PP se alegró de la permanencia desde las redes sociales: "Enhorabuena al CD Zamarat por lograr un año más la presencia de nuestra ciudad en lo más alto del baloncesto femenino español". Y el presidente de la Federación de Castilla y León, Carlos Sainz, un gran amigo del club naranja, destacó que "un año más Avenida, Bembibre PDM y Zamarat estarán en la Liga Dia. Desde la FBCyL, enhorabuena". Incluso las jugadoras como Ainhoa López valoraban la trascendencia de la permanencia: "Me quedo con esto: objetivo cumplido para un club, una ciudad y, sobre todo, una afición que vale oro. Temporada difícil y dura mentalmente pero, sin duda, creciendo mucho pese a las adversidades y ganando cuando ha tocado. Por eso Zamarat sigue donde tiene que estar".

Fue el agridulce final de la primera temporada en la que la directiva que preside Carlos Baz tuvo que asumir toda la responsabilidad sin la tutela que antes ejercía Juan de Mena, que todavía dejó diseñada la plantilla de la temporada anterior. Esta vez, el trabajo de diseño del nuevo equipo lo asumieron a partes iguales el directivo Javier Barrio y el entrenador Lucas Fernández, pero ya en pretemporada comenzaron a llegar señales de que no todas las jugadoras elegidas responderían a las expectativas creadas. Especial decepción causaron la lituana Lina Pikciute, que terminaría causando baja en el equipo en enero, y Anja Majstorovic, que estuvo muy lejos del cartel que traía como máxima anotadora de la liga croata. Tres puntos anotados y dos rebotes fueron las medias de su temporada en Zamora. A ellas se sumaba la baja de la macedonia Ivana Kmetovska que dejó el equipo en octubre.

La primera vuelta avanzaba y el equipo tan sólo sumaba dos victorias, frente a los dos últimos clasificados: Promete y Movistar Estudiantes, y la directiva decidió afrontar una profunda remodelación de la plantilla. A finales de año se producía la baja del entrenador Lucas Fernández, al que sustituía Eloy Doce, y se incorporaba Gisela Vega para suplir la baja de Pickiute y Kmetovska en el juego interior; Jelena Ivezic había llegado a finales de noviembre para adueñarse del puesto de alero en el que Ainhoa López estaba muy sola; y Jovana Vukoje fichaba para dar minutos a Marina Lizarazu en el puesto de base.

Pero la mejoría no llegaba aunque el nuevo triunfo sobre Campus Promete (56-59) hizo renacer las esperanzas en el Quesos El Pastor. Pero las contrariedades no cesaban y la actitud apática de Alisia Jenkins obligó al club a decidir su cese, para sustituirla por Nicole Michael, cubriendo el puesto de ala-pívot. Y por último, se incorporaba para dar minutos a Vega, la senegalesa Maimouna Diarra.

La plantilla mejoró sensiblemente con la reestructuración y de la mano de Eloy Doce fueron llegando las victorias contra Cáceres, Sant Adriá y Bembibre que parecían dejar sentenciada la Liga. Las estadísticas de los dos entrenadores del equipo fueron muy similares pese a que el balance de Lucas Fernández fuera de dos victorias, por las cuatro logradas por Eloy Doce, ya que si el Quesos El Pastor anotaba una media de 63 puntos por partido con el técnico manchego, tan sólo consiguió mejorar hasta 66 con el asturiano; y en cuanto a los puntos encajados, si fueron 76 con Fernández, con Doce se situaron en 78.

No terminaron las preocupaciones para el club porque la derrota encajada ante el ya descendido Movistar Estudiantes, no sólo no supuso la puntilla definitiva para el Campus Promete, sino que dio alas al equipo riojano que respondía con tres victorias y dejaba la resolución del descenso para la última jornada.

Tanto Ferrol como Perfumerías Avenida tenían en sus manos sentenciar la permanencia del Quesos El Pastor, y ambos optaron por la máxima profesionalidad para ganar sus respectivos partidos pese a que nada se jugaban ya en la última jornada de Liga una vez clasificados para los play off. La victoria de Avenida suponía la salvación para el Quesos El Pastor que, sin embargo, ofreció una penosa imagen en Ferrol Ferrol que debería borrarse del historial del equipo naranja y debería también marcar el punto de inflexión para caminar hacia situaciones de mayor tranquilidad.