Moralejo Selección puso fin ayer a la temporada en el pabellón de Zaratán frente al filial del Atlético Valladolid en un partido intrascendente ya para los zamoranos pues, el sábado, los resultados no acompañaron a sus intereses y se esfumaron sus opciones de luchar por ascender.

El filial del Balonmano Zamora, dirigido por segundo año consecutivo por Diego Vieira, parece haber encontrado esta temporada su madurez deportiva. No solo ha mostrado el talento que atesoran muchos de sus jugadores en varios encuentros, también ha hecho gala de gran regularidad y eso le ha llevado a pelear hasta la última fecha por un ascenso a Primera Nacional que hace años resultaba impensable.

El trabajo del Moralejo Selección se refleja en sus números. Ha acabado el campeonato en cuarta posición, a cuatro puntos del campeón (BM Cuatro Valles) y a uno de su acompañante en la fase de ascenso (BM Delicias), encajando solo cinco derrotas y concediendo un único empate. Además, el filial pistacho despide el año siendo el equipo menos goleado de la categoría y contando en sus filas con el máximo artillero del campeonato, Maga.

Por último, la labor formativa de Vieira en el filial también dio sus frutos, con la llegada a Segunda de varios canteranos que acompañaron a los más veteranos y líderes del equipo.