Jaime Rosón se jugará el maillot blanco de mejor joven de la Tirreno Adriático en la contrarreloj individual de San Benedetto del Tronto, de 10,5 kilómetros de distancia. El corredor zamorano entró ayer en meta junto al pelotón, tras una etapa que se decidió al sprint con el triunfo de Kittel sobre Sagan. El eslovaco se vio implicado en una montonera a falta de pocos kilómetros y se quedó a medio metro de culminar una gran remontada.

También tuvo un percance cerca de la meta el cuarto clasificado, Geraint Thomas, que finalmente pudo ingresar en el pelotón gracias a la ayuda de sus compañeros del Sky, incluido un Chris Froome que se puso a tirar para acercar al galés y terminó cediendo algún minuto en la llegada. Eso sí, el equipo más poderoso del mundo consiguió su objetivo de mantener las opciones de Thomas y el liderato de Kwiatkowski, que partirá con tres segundos sobre Caruso, 23 sobre Mikel Landa y 29 sobre su colega del conjunto Sky.

Por su parte, Jaime Rosón se jugará el citado maillot blanco con Tiesj Benoot, ganador de la Strade Bianche y top 20 en el último Tour de Francia. El belga aventaja en ocho segundos al zamorano, que deberá firmar una gran actuación si quiere enfundarse el jersey. También tendrá que pelear si pretende terminar entre los diez primeros, aunque la pérdida de tiempo de Pozzovivo y Bardet ha facilitado esa labor.

En ese sentido, Rosón cuenta con un margen de 32 segundos sobre Aru y 33 sobre Nibali, dos miuras que saldrán justo antes que el zamorano, ubicado a su vez a 23 segundos de un podio que parece inalcanzable. Está previsto que el corredor del Movistar salga a las 15.30 horas en la crono final.