El Zamora CF hizo méritos más que suficientes para regresar con los tres puntos en el zurrón, pero debió conformarse con un punto (1-1) ante un rival de la zona baja como es el Burgos Promesas y acumula ya cinco jornadas sin conocer el triunfo. La realidad es que los de Carlos Tornadijo buscaron con ahínco la victoria en su visita al feudo de un equipo necesitado. Dominaron con claridad la situación de salida, siempre a través de la posesión del esférico, pero se le complicó el encuentro a la media hora de juego por la expulsión de Carlos Ramos. Aun así el Zamora se repuso del varapalo y logró adelantarse en el marcador tan solo doce minutos después de quedarse en inferioridad, algo que no les privó nunca de seguir llevando el peso de la contienda.

Desde el pitido inicial avisó de sus intenciones el Zamora. Mejor dotado técnicamente supo llevar el partido por donde más le convenía merced a su superioridad en la zona de creación. Antes del primer cuarto de hora de juego ya habían probado al guardameta Álex con sendos disparos el lateral Levas, desde el vértice del área, Dani Hernández, con un derechazo con rosca que puso en aprietos al meta local, y Adrián, con un potente derechazo desde la frontal que sacó astillas del palo de la meta burgalesa.

Los zamoranos imponían su ley con claridad y suyas eran todas las aproximaciones peligrosas al área rival. A renglón seguido lo intentó Fer con un zapatazo desde 25 metros que detuvo Álex con seguridad. Pero antes de la media hora de juego Carlos Ramos se autoexpulsó al ver dos amarillas en menos de un minuto que pusieron contra las cuerdas a los de Tornadijo. Sin embargo, lejos de suponer una desventaja, los zamoranos tiraron de coraje para seguir arrimando el ascua a su sardina.

La primera acción ofensiva de los burgaleses llegó en el minuto 37 en una buena combinación entre Dani Aparicio y Zamora que dejó a este último solo ante Berlana. Pero el portero achicó bien espacios y detuvo el disparo del delantero local. Y lo que llegó de inmediato fue el 0-1. Javi sirvió un balón atrás para la llegada de Adrián, que se sacó un disparo raso que despejó con apuros Álex. Y en la continuación de la jugada llegó el esférico a Encinar, quien conectó un soberbio derechazo desde 25 metros que superó al meta del Promesas.

El doble cambio introducido por el cuadro local en la reanudación mejoró el tono de los burgaleses, que comenzaron a pisar el área del Zamora desde el primer minuto. Hasta dos penaltis reclamaron los anfitriones en apenas cuatro minutos que el colegiado no consideró punibles.

Sin solución de continuidad Gallo botó una falta desde la frontal que obligó a Berlana a despejar a saque de esquina. Fue el anticipo del empate, puesto que el árbitro sí que consideró pena máxima una acción de Dani Hernández sobre Jairo.

Galló lanzó el penalti, que detuvo Berlana. Y lo envió al fondo de las mallas en el rechace, pero el colegiado lo mandó repetir al considerar que se había adelantado el portero. Y a la segunda no falló Gallo para hacer el 1-1 con un disparo raso ajustado a la base del palo.

Con el Burgos Promesas crecido el mismo jugador, en un centro chut desde la banda derecha estrelló el esférico en la cruceta. Sin embargo en los últimos minutos sufrió lo indecible el Promesas ante la ambición del Zamora CF.

Carlos Tornadijo quemó todas sus naves y mandó adelantar líneas a sus pupilos en busca de la victoria. Algo que pudo encontrar en un par de buenas ocasiones. Primero en un duro golpeo de falta directa de Levas junto a la escuadra respondido a la perfección con una soberbia estirada por Álex. El potente disparo del lateral por encima de la barrera, al lado del cancerbero, no sorprendió al experimentado meta local. Y ya en el tiempo de añadido Fer estrelló un potente balón en el poste en una jugada bien llevada por Aleixo por el costado derecho. Su centro al corazón del área no pudo ser rematado en el punto de penalti. Pero llegó al segundo, donde esperaba solo el centrocampista. Tuvo tiempo para elegir golpeó y lo hizo con potencia y colocación, pero tocó lo mínimo en un defensor para desviarlo y que se estrellara en el poste.

Así concluyó un encuentro tras el que el Zamora sigue sin levantar cabeza y es que un punto es un premio muy pobre para este equipo.