Por si a alguien le quedaba alguna duda, el Zamora CF se encargó ayer de disipar cualquier remota opción de alcanzar los puestos de play-off (aunque las matemáticas aún lo consideren viable). Tanto es así que el entrenador ya habla de terminar la competición con buenas sensaciones, ganar todos los encuentros que puedan e ir construyendo el proyecto del próximo curso. Lo cierto es que si quedaba algún atisbo de ilusión de alcanzar el cuarto puesto ayer se evaporó con una dura derrota ante la Arandina (0-1) que empeora la realidad de los rojiblancos que pasarán la semana novenos y a 14 puntos de la zona de privilegio. Así se puso fin a un mes de febrero para olvidar en el que el equipo del Duero ha sumado dos puntos, tras los empates ante Uxama (1-1) y Unionistas (0-0), y en el que ha anotado un solo gol, una preocupante falta de pegada que volvió a quedar patente ayer ante unos burgaleses que se fueron con el máximo botín sin hacer demasiado.

La igualad existente entre ambos equipos en la tabla se reflejó sobre el césped para asistir a un inicio de partido de equilibrio pero sin ocasiones reales.

Tanto es así que en el primer cuarto de hora lo más destacado de los locales fue un cabezazo de Javi Rodríguez a la salida de un córner que fue directo a las manos del portero, mientras que la Arandina trataba de marcar la diferencia al contragolpe pero Rubiato, "9" de los burgaleses, no apareció en todo el primer tiempo y Berlana tuvo poco trabajo bajo los palos salvo una falta postrera que pudo salir cara. Sin embargo, en el cuadro zamorano hacía falta algo más que los rojiblancos buscaban tratando de hilar jugadas pero la mejor opción llegó, una vez más, a balón parado con una falta que puso Levas y que Charly a punto estuvo de convertir en el 1-0, y poco después fue Carlos Ramos quien pudo sorprender aunque con el mismo resultado. Así, poco a poco, los de Tornadijo se fueron haciendo dueños del encuentro y encerrando a su rival, aunque chocaron de frente con su 'debe': las dificultades para hacer gol, y es que por mucho que rondaban portería, no conseguían abrir la lata. Sopale primero y, sobre todo, Carlos Ramos con un disparo a bocajarro, tras un balón que le puso Silveira, rozaron el ansiado tanto aunque ni por esas. Para desesperación de propios y extraños el empate a cero seguía inalterable tras un primer tiempo en el que el Zamora mereció más, aunque sí es cierto que los visitantes estuvieron muy cerca adelantarse al filo del descanso con su única opción en 45 minutos, una falta que botó Zazu y que Berlana desvió a tiempo.

Sin cambios entre los protagonistas se inició el segundo tiempo aunque con los burgaleses más metidos en el partido, mientras que los rojiblancos salieron algo más fríos. Con una marcha más los de Álvarez de los Mozos sumaban metros ante unos locales más erráticos. Viendo cómo iba el panorama Tornadijo no dudó e introdujo un doble cambio cuando se cumplía la hora de partido, dando entrada a Iñaki y Diego Ortiz por Silveira y Fer, con el reto de dar más profundidad al equipo. El paso adelante que habían dado los burgaleses en el segundo tiempo se veía claro con continuas llegadas al área hasta que Adeva, absolutamente solo en el área, recibió de Lobera y de cabeza puso el 0-1. El gol fue un jarro de agua fría para los locales que la Arandina trató de aprovechar para ampliar distancias y fue Rubiato el que estuvo más cerca de lograron con un buen disparo. Mientras el Zamora ya estaba desaparecido sobre el terreno de juego y es que en el segundo acto no se contabilizaron ocasiones reales. Así se llegó al fin de un encuentro en el que se esperaba mucho más de un equipo para el que la directiva puso en verano el objetivo del play-off.