El piloto australiano Daniel Ricciardo (Red Bull) ha sido el más rápido este lunes en la primera jornada de entrenamientos oficiales de pretemporada de Fórmula 1 en el Circuit de Barcelona-Catalunya, con un mejor crono de 1:20.179, en una jornada que se abrió con un incidente de Fernando Alonso y su nuevo McLaren pero que terminó con el asturiano entre los mejores, quinto.

Toda la expectación creada respecto a este primer día de 'test' en Barcelona dio paso a un sinfín de pruebas, novedades e incluso incidentes que, pese a una mañana sin descanso, acabó convirtiéndose en una tarde extraña con poca actividad y los equipos más pendientes del cielo que del reasfaltado trazado barcelonés.

Ricciardo fue el más rápido, seguido por Valtteri Bottas (Mercedes) y Kimi Raikkonen (Ferrari), lo que llevaría a pensar que las tres grandes escuderías siguen por delante del resto. Pero las cartas siguen guardadas, los pilotos todavía no exprimen a sus nuevos monoplazas, como el vigente campeón Lewis Hamilton (Mercedes), séptimo, y el frío hizo que los neumáticos ultrablandos y los rápidos cronos que permiten hacer fueran protagonistas.

Buen arranque para Sainz (sexto), pese a quedarse en 26 giros por los 73 de su compañero. Alonso, no obstante, fue el gran protagonista. Apenas había dado seis vueltas en el Circuit cuando, al llegar a la última curva antes de la recta principal, se fue de excursión a la grava al perder uno de sus neumáticos; el trasero derecho.

Pese a que en McLaren comentaron que en breves momentos volvería a la acción, el español tuvo que esperar bastante para acabar dando otras 4 vueltas para un total de 10 en la sesión matinal. Por la tarde, en cambio, se fue hasta las 40 vueltas y dejando buenas sensaciones. Sin perder más ruedas ni mayores incidentes, el asturiano terminó la sesión con 1:21.339, en quinta posición.

En una jornada en la que Haas, Toro Rosso y Force India presentaron sus nuevos monoplazas para el Mundial, que empezará en Australia el 22 de marzo, la novedad de los 'halo' en los coches fue uno de los grandes atractivos, cambiando por completo su aspecto pero dando mayor seguridad a los pilotos, aunque afortunadamente no hubo accidentes con los que probar su eficacia.