Raquel Álvarez logró, en el Campeonato de España en Sala de Valencia, una de las medallas a las que mayor valor ha dado porque llegó tras muchos meses lejos de la competición, tras superar una complicada operación de Talón de Aquiles que a punto estuvo de obligarle a la retirada. Fue más de un año de recuperación tanto física como mental, en el que llegó a pensar que alcanzar de nuevo el nivel anterior iba a ser imposible.

Pero afrontó esta temporada en pista cubierta con mucha precaución, seleccionando minuciosamente sus competiciones -sólo fueron tres- para forzar lo menos posible, y ya desde que superó el 1.80 supo que podría volver a subir al podio. Pese a todo, la saltadora toresana reconoce que acabó "un poco decepcionada" porque "esperaba saltar un poco más" e iba "a por la medalla de oro". "La vi tan cerca que me dio mucha rabia". Recuerda que se había hecho muchas ilusiones tras saltar 1.81 -el oro se consiguió con un centímetro más- quince días antes en Zaragoza: "Seleccioné mucho las competiciones por el tendón, y tras pasar el 1.81 me vi muy bien, como para saltar más. Me voy a reservar para el Campeonato de España y hacer marca de la temporada. Sabía que estaba bien, lo que pasa es que también luego, ya con perspectiva, reconozco que me tenía que haber dado con un canto en los dientes. Era la tercera competición que hacía después de la operación y tampoco pude hacer muchas técnicas por el pie. Se nota mucho el rodaje con el que puedas llegar a una competición así".

Pequeños detalles

Pese a todo, Raquel Alvarez reconoce que "una competición limpia hasta el 1.78 está muy bien". "Analizando los vídeos ves que por pequeñísimos detalles no pude pasar de ahí". Haber pasado el 1.82, la altura con que ganó Saleta Fernández, le hubiera dado la medalla de oro: "Ella cometió un nulo en 1.78 y yo me ponía primera. En el 1.80 yo no pude pasarlo a la primera y ella sí. Ahí estuvo la clave. Me tocó pasar a 1.82 y por nada no lo pasé. Estaba convencida de que lo conseguiría, incluso pensé en pasar a 1.84 para disponer de tres intentos".

Era su segunda medalla de plata en unos campeonatos de invierno, la otra fue su última competición antes de la operación.

"Si hace tres meses me dicen que iba a estar saltando en el Campeonato de España y subiendo al podio, no me lo creería. Dudaba si lograría la marca mínima para el de España... y he acabado con una medalla de plata. Es que me operaron en el pasado mes de marzo, no hace ni un año".

Raquel valora el detalle de Ruth Beitia Ruth Beitiade estar en el podio con las tres medallistas: "Fue como un homenaje que nos hizo. Es muy complicado que salga otra como ella, porque además es mucho más alta que nosotras. Pero siempre surge gente de la nada y puede surgir la sorpresa. Mientras tanto, las que estamos tendremos que luchar".

Su recuperación ha sido muy buena aunque "noto que todavía está reciente y por eso he tenido que ir controlando. No he podido entrenar mucho. De hecho, tras mi primera competición, me escribió el cirujano: "Raquel, ten mucho cuidado, que estás recién operada y tienes todavía mucho tiempo hasta la temporada al aire libre". De hecho, era dudoso que pudiera competir en pista cubierta. Realmente es un super éxito. He estado recopilando fotos del proceso y me he emocionado al repasar por todo lo que he tenido que pasar. Esto tiene mucho mérito porque incluso hubo médicos que no me aconsejaban operarme y que me retirase ya. El día que salté 1,81 lloré de alegría. No me arrepiento de nada".

Lo más duro

Asegura que el proceso de recuperación no le ha resultado duro, "fue mucho peor en el momento en que me di cuenta que estaba lesionada, que no podía ir al Europeo, y perder la oportunidad de mi vida de estar en unos Juegos Olímpicos".

Se demostró a si misma que el regreso era posible y que podía conseguirlo: "Todos los días hacía algo. Estaba muy motivada, aunque lo malo eran los dolores cuando hacía cosas simples y el pensar si había quedado bien".

La retirada de la gran Ruth Beitia ha supuesto un punto y aparte en el salto de altura español. Y ahora, en el grupito de candidatas a suceder a la gran saltadora cántabra, destaca Raquel Alvarez: "Ahora está todo super abierto. Este Campeonato de España me ha sorprendido por las marcas. Esperaba que se hubiera saltado más y las marcas han sido un poco flojas para las posibilidades de las participantes. No tengo ni idea que ha pasado. Saleta está en un gran momento, pero Cristina Ferrando hizo un concurso malísimo y no sé por qué. Creo que al aire libre el nivel estará mucho más alto. En Valencia yo me esperaba un campeonato super reñido entre cuatro o cinco candidatas, y eso, seguramente, será lo que pase al aire libre".

De cara al verano, su objetivo está fijado en el Campeonato de España que se celebra en julio, aunque también se disputarán los Juegos del Mediterráneo. Y ella no renuncia a nada, incluso piensa en el Campeonato de Europa de Berlín: "Ya sería volverme muy loca pero yo no lo descarto, siempre hay que pensar en positivo. Me lo plantearé como la pista cubierta: según me vaya viendo, así hago".

Aire libre

De cara al verano, sus entrenamientos ya podrán ser mucho más exigentes y podrá olvidar definitivamente la maldita lesión: "Espero poder competir más a menudo porque eso te da mejor puesta a punto y confianza. Los aprendizajes de otras competiciones se notan mucho".

Raquel tiene la suerte de tener a su entrenador en casa, y más ahora que está recién casada con Enrique Márquez uno de los técnicos de moda en el atletismo español: "Estamos como más felices tras casarnos. Tuve mucha suerte de encontrarle. Ha sido el entrenador que más me ha cuidado de las lesiones. Yo había tenido muchos problemas de lesiones con otros entrenadores que eran muy exigentes y me obligaban a forzar demasiado. Me cuida a mí y a todos y yo creo que eso es parte de su éxito. Me quedé sorprendida con la cantidad de atletas que tenía en estos campeonatos de España. Tiene mucha paciencia y le encanta lo que hace. Está enamorado del atletismo, lo tengo que compartir con el atletismo", señala irónicamente la saltadora toresana afincada en Soria donde trabaja como ATS.

El tiempo avanza y Raquel Álvarez ha cumplido ya 33 años y su retirada parece cercana. Sin embargo, esta nueva etapa que se abre tras superar su lesión ni ella misma sabe cuánto durará. Mientras tanto, ha sido, junto a Concha Montaner, la única atleta en el Campeonato de España de Valencia que ya había sido medallista en el siglo XX.