Aunque la plantilla quiera evitar dramatismos y prefiera afrontar el partido como uno más, lo cierto es que este domingo, en Logroño, el Quesos El Pastor tiene por delante el que seguramente sea el encuentro más importante de la temporada. Con el Embutidos Pajariel Bembibre a cuatro victorias de distancia y el Estudiantes sin dar señales de vida, evitar la penúltima plaza parece una guerra entre dos: las naranjas y el Campus Promete. El enfrentamiento directo marcará, al menos, quién sale con la "pole" en la carrera final por la salvación.

Con la certeza de lo que se juega, el Quesos El Pastor ha trabajado esta semana "con mucha intensidad". Así lo cree Ainhoa López (Barcelona la benjamina del grupo, con permiso de la canterana María Montalvo. También lo apoya la más veterana, Gisela Vega (Gualeguaychú, Argentina, 1982). Quince años separan a dos mujeres que se han cruzado en Zamora en el amanecer y el ocaso de sus carreras respectivamente, y que solo tienen entre ceja y ceja salvar la categoría. Es lo que toca.

Las dos hablan sobre el equipo, el cambio de entrenador y el partido que se viene sentadas en la grada baja del Ángel Nieto. Es miércoles por la mañana y acaban de compartir su primer entrenamiento con Diarra, la pívot que ha fichado el club para intentar reforzar la plantilla de cara a la recta final del curso: "Llega en un buen momento para estrenarse", señala Ainhoa López. "Aportará sus virtudes y todo suma", abunda su compañera.

Junto a la senegalesa, el grupo viajará al Palacio de los Deportescon la idea de ir "sin más presión de la que ya hay". "Si miras la Liga por el número de victorias está claro que el Campus Promete y nosotras estamos a la par y que es un cara a cara, pero todavía pueden pasar miles de cosas", explica la escolta catalana. "Ya hemos demostrado que podemos perder contra cualquiera, pero pienso que también ganar. Con el trabajo que estamos haciendo, estoy segura de que va a llegar la recompensa", reflexiona Gisela Vega.

Para la confianza del grupo y para el asunto clasificatorio sería importante que esa recompensa en forma de victoria llegara el domingo ante un equipo que, como el Quesos El Pastor, se ha ido reforzando hasta casi mudar la piel de la primera vuelta: "Han cambiado ellas y hemos cambiado nosotras. En su caso, ahora tienen interiores como Gidden, que no estaba antes y que seguro que va a aportar. Nosotras debemos ir a por todas", defiende Ainhoa López.

Como telón de fondo de esa ambición aparece también una sombra, la que persigue al equipo en las últimas semanas y que ha evitado que el Ángel Nieto disfrutara de, al menos, dos victorias en el arranque de la segunda vuelta: la falta de contundencia a la hora de rematar los encuentros: "Nos dejamos llevar pensando que el partido ya estaba ganado. Nos faltó experiencia y personalidad", analiza Gisela Vega.

Por su parte, la joven jugadora catalana incide en la necesidad de "enfocar los partidos para competir 40 minutos" y poder rematar la faena. "Cada vez jugamos mejor como equipo y tenemos más confianza, pero lo que queremos es ganar", advierte.

Precisamente, la ausencia de victorias provocó hace un mes la destitución de Lucas Fernández y la llegada de Eloy Doce: "A pesar de llevar muchos años es la primera vez que vivo algo así. Habíamos entrado en una dinámica en la que ya no se sabía dónde cambiar la actitud", lamenta Gisela Vega, mientras Ainhoa López lanza la mirada hacia delante: "Eloy viene con ilusión y con ganas y nosotras también queremos darle la vuelta a esto", remarca.

Toda esta serie de problemas, cambios y situaciones desagradables han endurecido a la plantilla como grupo humano: "Cada vez nos estamos uniendo más", afirma Ainhoa López, con una seguridad y una elocuencia impropias de los veinte años que la contemplan: "Nos toca dar un paso al frente y dejar claro que estamos involucradas", zanja Gisela Vega. Las dos deberán demostrarlo sobre la pista en un duelo que se plantea a vida o muerte.