Sucedió tras una competición en la piscina climatizada. El equipo cadete del Club Salvamento Dragones acababa de imponerse a sus rivales en la prueba del Campeonato de Castilla y León y se disponía a recibir la medalla que le acreditaba como vencedor regional.

En una competición que se disputaba en casa, y con familiares y amigos en la grada, el momento era muy especial para Samuel, Marcos, Ricardo y Alex, los cuatro componentes del equipo que había demostrado ser el mejor de Castilla y León en su categoría.

Sin embargo, el cuarteto ganador no subió solo. Les acompañó otro compañero, Álvaro, que se había perdido la competición por culpa de una inoportuna fractura en el brazo. De hecho, aún con él en cabestrillo, el quinto miembro de los Dragones subió al podio invitado por sus compañeros.

Pero ahí no se queda la cosa. Una vez fueron recibiendo las medallas, Samuel, Marcos, Ricardo y Alex le fueron colgando al cuello cada una de ellas a Álvaro, que terminó en lo más alto del podio y con todas las preseas en su poder.

El público ovacionó este detalle plagado de compañerismo y de humanidad y alejado del egoísmo que a veces se encuentra en el deporte. Todo un ejemplo para pequeños y mayores.