Como cada año por estas fechas es momento de deseos y propósitos, y en el Zamora CF no son ajenos a esta tradición. Tras cumplir su primer mes al frente del equipo tras la destitución de Miguel Losada, Carlos Tornadijo ha tenido tiempo de hacer su particular diagnóstico sobre los problemas que han podido llevar al equipo a cerrar la primera vuelta de competición lejos del objetivo de play-off marcado por la directiva para este curso y es que los rojiblancos son octavos a nueve puntos de los puestos de privilegio.

Así, el entrenador tiene claro que "para nosotros es importante conseguir que el equipo sea más sólido, intenso y competitivo sobre el terreno de juego", aunque el míster también quiere tocar otros aspectos que pueden, a su juicio, mejorar el rendimiento colectivo. En el cuerpo técnico consideran vital que el grupo esté más unido y se estrechen las relaciones personales entre los futbolistas, y ese será otro de los objetivos de los próximos meses ya que creen que esta mejoría repercutirá de forma positiva en los resultados. "El vestuario es muy bueno y se llevan bien entre ellos, pero hay gente de distintos sitios y es importante hacer grupo. Ser una familia y potenciar todavía más las relaciones personales entre ellos", apuntó Tornadijo.

En cuanto a los objetivos puramente futbolísticos, el burgalés mantiene que no quiere oír hablar de la palabra "play-off" porque "es contraproducente y presionante para los jugadores". Lo que sí admitió es que buscan generar ilusión y saben que eso se consigue con buen juego y buenos resultados.

Ahora empieza la segunda vuelta del campeonato en la que todos en la entidad se ven capaces de mejorar los resultados y luchar por estar en la zona alta de la clasificación. El primer paso deben darlo este fin de semana en Becerril en un encuentro en el que no se puede fallar, pero en el que las bajas volverán a ser un hándicap.

En cuanto al 4-0 encajado en Tordesillas con el que se cerró el año, Tornadijo insistió en que no hubo tanta diferencia sobre el terreno de juego como reflejó el marcador en un duelo que, insistió, estuvo marcado por la expulsión de Adrián Pérez que les llevó a jugar con diez más de una hora.

Tampoco le dio importancia al 1-2 del encuentro amistoso solidario ante el Villaralbo disputado el 28 de diciembre en el Ruta de la Plata, puesto que en esa cita los jugadores sí acusaron la gran carga de trabajo a la que se han sometido durante las Navidades.

Con las ideas claras la plantilla comienza el nuevo año con las energías renovadas y con los jugadores dispuestos a no dejar pasar más oportunidades, y es que todos son conscientes de que tienen mucho margen de mejora para lograr alcanzar cotas más altas.