El Aquimisa Queso Zamorano dio ayer un paso atrás en sus aspiraciones de lograr la permanencia un año más en LEB Plata, tras caer derrotado en un partido que tuvo controlado hasta el último cuarto en el que su rival se creció y le igualó en el marcador a poco más de un minuto para terminar con mayor acierto los instantes finales en los que se impuso por 95-89.

Cuando parecía que Aquimisa Zamora tenía casi sujeta la segunda victoria seguida, y primera a domicilio con un 75-83 a tres minutos y medio del final, todo se vino abajo en ese nefasto tramo final del encuentro, con remontada de los locales (20 puntos en ese lapso, muchísimos en el tiro libre) para acabar sellando una derrota de las que hacen daño, ante un rival directo en la tabla que coge aire.

Guirao, con 30 puntos, fue el verdugo de los zamoranos, que deben reflexionar tras el desenlace de esta visita al colista que no hace sino amargarles las uvas.

Arrancaba el encuentro con los poderosos 2´18 de Deng Mabior haciendo daño a los zamoranos. El de Sudán del Sur, con unos brazos interminables, controlaba la cancha y las primeras rentas eran de los catalanes, pero entre Méndez, Hernández y Arriaga pergeñaban un parcial de 0-7 para voltear el marcador con las primeras rentas de Aquimisa (7-11).

Respondió de manera personal Xavier Guirao, el talentoso base del Martorell, anotando cinco puntos seguidos para los suyos, de nuevo al mando. El primer cuarto se movería entonces ya en un plano de equilibrio hasta el final, con una figura emergiendo en la anotación de los blancos.

Chris Hansen, pese a sus molestias físicas, anotó los últimos ocho puntos de su escuadra, dos triples incluidos, para cerrar el periodo inicial con equilibrio total, 22 puntos en cada casilla.

Los zamoranos comenzaron el segundo acto muy enchufados desde el 6´75, triplazos de Cardito y Méndez para poner una renta de cinco (25-30), con la máscara de Iza -nacido en Igualada, no lejos de Martorell- intimidando y sumando en las pinturas. Una técnica a Ahmed Khalaf -muy bien frenado- y otro acierto del "playmaker" Xavi Hernández desembocaban en un +8 para los de Saulo Hernández con tiempo de su colega, Joan Albert Cuadrat.

Pero los zamoranos seguían inspirados desde la larga distancia, ampliando rentas con un nuevo triple de Adrián Méndez, dinamita murciana. Ambas escuadras también atravesaban un desierto anotador, muy lejos de los porcentajes del primer parcial, más férreos los sistemas defensivos con Ervin e Iza asegurando el rebote.

Así, a 2,5 minutos del intermedio, Zamora superaba los diez puntos con dos tiros libres de Xavi Hernández (27-38), dos menos al descanso pero con buenas sensaciones gracias a un 31-40.

Y de salida, tras los quince minutos de vestuario, un parcial de 0-5 con Ervin y Méndez para una nueva máxima de 14 a favor del Aquimisa, que estaba trabajando muy bien el encuentro. Pero en ese momento se lanzó a por todas Martorell, consciente el colista de que la visita de Zamora era ideal para romper su mala racha. David Jofresa se echó a su equipo a la espalda, con tres grandes acciones de ataque que pusieron un 44-50 en el ecuador, sólo 6 de renta.

Un triple de Guirao ponía un angustioso 47-50 apenas medio minuto después, con tiempo muerto inmediato de Saulo Hernández. Y mano de santo, respuesta de Zamora con dos triplazos consecutivos de Hansen y Libroia para una distancia de 9 puntos. El final del tercer periodo fue una sucesión de ataques frenéticos, con anotaciones veloces y un triple sobre el bocinazo del local Guirao para poner un 56-64, dejando malas caras en los de Aquimisa.

Y es que los locales salieron a morder, acortando a 60-64. En ese momento, con el pabellón convertido en caldera pese a la poca gente, dos técnicas al banquillo de Martorell encendieron aún más los ánimos y sirvieron de revulsivo para que la pareja arbitral cambiara el rumbo.

Se iba de 9 el CB Zamora, jugando con dos bases, pero los locales apretaban en un partido a tirones. Un canastón de Ervin remontando la línea de fondo y Libroia dirigiendo junto a un palmeo estupendo de Christopher Iza ubicaban el 70-80, que provocaba un tiempo de Cuadrat a poco más de cuatro minutos.

Xavi Guirao cogió ahí la manija de Martorell, y con tres tiros libres seguidos en una personal sobre el triple ponía un 75-80. Respondía Hansen con un triplazo de crack, ocho arriba a 3:40, pero ahí se le apagaron las luces a Zamora.

Guirao y Khalaf anotaban cuando y como querían, 81-83 a 2:42 y tiempo de Saulo Hernández, pero el equipo estaba "groggy" y un triple de Homs daba el mando a los catalanes después de mucho tiempo, 86-85 a minuto y medio del final. Dos pérdidas en ataque, falta clara en el rebote y luego balón perdido tontamente, enterraron del todo las opciones visitantes. Llegó a ponerse a dos Aquimisa, 91-89, pero Brià y Guirao sentenciaron desde los tiros libres. El peor final de año posible para Aquimisa Laboratorios Quesos Zamoranos, que se queda muy, muy abajo, igualado a dos victorias con su rival de ayer.

Saulo Hernández no tuvo reparos en asumir esta dura derrota y señaló en declaraciones a este periódico que "ha sido un partido que hemos tenido controlado durante 35 minutos y en el último cuarto un poco loco, ellos fuerzan intencionadamente un par de técnicas para cambiar el rumbo del partido y lo consiguieron. Los árbitros cambiaron su criterio permitiendo más contactos, el público apretó mucho y ellos tuvieron más acierto. Al final, en un "cara o cruz" ellos se llevaron el partido".

El técnico zamorano restó trascendencia al desgaste físico de su equipo y en especial de jugadores como Hansen: "Seguro que se notó. A lo mejor me confundo en rotaciones pero era un partido marcado para nosotros, una final, y cuesta más el dar rotaciones. A Hansen lo tuve en la cancha más de lo que me gustaría después de entrenar en un mes pero también es verdad que durante buena parte del partido hizo muchas cosas interesantes. Es complicado saberlo. Seguro que hemos cometido errores, seguro, pero no tengo la sensación de haber perdido por cansancio sino de que ha sido el típico partido en el que el equipo local se viene arriba después de tenerlo prácticamente perdido. Hubo un par de jugadas claves que nosotros fallamos y ellos meten en los últimos segundos con jugadores que no están acostumbrados a meterlas. Al final, esto es baloncesto".

El partido de ayer, si ha servido para algo, ha sido para constatar que el equipo sigue mejorando bastante no sólo como bloque sino también de forma individual en sus jugadores: "Creo que la sensación de frustración que tenemos es porque coincidimos que el equipo juega mejor cada día. Nos da rabia de que esa mejora y esa sensació de dominar los partidos, cuando no se traduce en victorias, genera frustración. Una vez más hay que decir que la liga es increiblemente competitiva. Alicante, jugándose la Copa, pierde con Albacete y se queda sin Copa. Cualquiera puede ganar a cualquiera. Hoy hemos demostrado que este equipo ya está para ganar a cualquiera. Ya lo hicimos el otro dia contra Baskonia y tenemos que intentar sacar victorias pronto porque estamos a cinco de la salvación".