Mientras el Ángel Nieto se esforzaba por contener la euforia y la grada cortaba su propia ola para celebrar un gol más, Miguel García Magariño, de 18 años, se convertía en el undécimo zamorano en debutar con el MMT Seguros en Liga Asobal. El pivote siguió los pasos de David Sandín, que se había estrenado una semana antes y que repitió en casa con una estadística nuevamente impoluta en el lanzamiento. Uno de uno en ambos encuentros para el central, que aporta como extremo por las circunstancias y que, a sus 28 años, puede compartir el sueño en la élite con algunos de los compañeros con los que acumula fatigas desde hace años.

Por su parte, Raúl Maide, miembro de pleno derecho de la primera plantilla, demostró que el partido de Barcelona le ha servido para coger confianza y mostrarse como un jugador mucho más agresivo. Esta vez, el "15" pistacho entró serpenteando entre la zaga alcarreña con su ya conocida capacidad para fintar y rompió la inercia de un Guadalajara que había cortado la hemorragia en el tramo final de la primera mitad.

Raúl forzó acciones de siete metros, desconcertó a la zaga y le marcó dos goles a José Javier Hombrados. Cuando nació el jugador del MMT Seguros, el histórico guardameta ya era campeón de Europa y medallista olímpico; ayer, el niño ya crecido encontró la vía para abrir de nuevo una brecha que parecía haberse cerrado en los minutos previos. Antes, la actuación de Jortos, Octavio y Anderson Silva, junto a Iñaki, también titular en la primera línea, había puesto el partido cuesta abajo para un MMT Seguros que defendió como nunca, fue tremendamente preciso en casi todas sus acciones y castigó de forma letal a un Guadalajara incapaz de levantarse de la lona. A cada amago de reacción, un golpe. La superioridad fue constante.

En ello colaboraron especialmente el trabajo de la zaga, con Mouriño, Fernando y Abalós inconmensurables, y la actuación sobresaliente de un Carlos Calle que empieza a hacer de la excelencia una constante, al menos en casa. Otro partido para enmarcar del arquero, que dejó casi inédito a Luis Posado, el sexto de los zamoranos, que salió para tratar de detener un siete metros.

Al final, lo que queda, más allá de los estrenos y de las estadísticas, es la gran evolución del grupo y los dos puntos, que llegan a pesar de las lesiones y que suponen el tercer triunfo consecutivo en casa de los de García Valiente. Solo Barça, Valladolid y Cuenca mejoran la racha de los zamoranos como locales. Ahora, toca rematar la primera vuelta con los primeros puntos fuera. La batalla será el miércoles ante Anaitasuna, en una pista de muy buen recuerdo.