El Quesos El Pastor y el Movistar Estudiantes disputan mañana un partido decisivo en la pelea por evitar el descenso. La realidad es que zamoranas y madrileñas se encuentran en una situación límite. Junto al Campus Promete de Logroño, los dos equipos sufren descolgados del resto de los conjuntos del campeonato, condenados - parece - a competir por eludir la penúltima y la última plaza, las que conducen de vuelta a Liga Femenina 2.

Precisamente, en esa segunda categoría, se produjeron los únicos enfrentamientos que sirven como precedente del choque de este sábado. Todos ellos tuvieron lugar en la temporada 2007-2008, la única en la que naranjas y azules compartieron grupo. Son, por tanto, diez campañas ya sin unos duelos de los que el Estudiantes conserva mejor recuerdo que el Club Deportivo Zamarat, a pesar de que el primer envite cayó del lado zamorano de forma clara.

Para recordar aquel encuentro hay que remontarse a la jornada inaugural de la temporada 2007-2008. El Zamarat, dirigido entonces por Juan de Mena, afrontaba la nueva campaña como uno de los favoritos al ascenso, tras haber caído en mayo ante el Cadí La Seu en la final que decidía una de las plazas en Liga Femenina. El choque disputado en Magariños era, por tanto, un partido entre dos claros aspirantes, pues las madrileñas también presentaban credenciales claras a terminar entre las mejores.

Sin embargo, apenas hubo equilibrio. Lidia Gesteira guió a las naranjas hacia un triunfo incontestable en Madrid (60-82) y dio comienzo a una racha que permitió a las mujeres de Juan de Mena adquirir un pequeño colchón para afrontar el resto de la campaña. Fueron seis consecutivas de salida para un conjunto que solo perdió otros tantos encuentros al final de la campaña regular.

Uno de ellos fue, eso sí, en la vuelta ante el Estudiantes en el Ángel Nieto. Bien rearmadas, las madrileñas se cobraron la venganza de la ida y asaltaron el pabellón zamorano (71-81), a pesar de los 42 puntos de valoración de Lidia Gesteira para las mujeres de Juan de Mena. Al final de la temporada, las naranjas acabaron en la segunda plaza del grupo y las madrileñas en la tercera. Ambas escuadras se colaron, por tanto, en el play off y se citaron para un nuevo enfrentamiento, en la tercera jornada de la fase que se disputó en Santiago de Compostela.

El destino quiso, además, que ese partido fuese el decisivo para conocer qué equipo accedía a la final por el ascenso. Las zamoranas compitieron, pero notaron en exceso la baja de Lavin, lesionada en el encuentro anterior. Ygueravide y Laura Herrera se encargaron de explotar las debilidades naranjas para resolver el choque (74-61) y situar al Estudiantes en el escalón previo a la gloria, un paso que las madrileñas dieron al día siguiente para confirmar el salto de categoría.

Para alcanzar ese puesto en la élite, el Club Deportivo Zamarat tuvo que esperar aún tres años. Con una plantilla diseñada para el ascenso y el apoyo del Ángel Nieto, el equipo naranja obtuvo el billete ante el ADBA en aquel inolvidable 1 de mayo. Unas horas antes, el Estudiantes. equipo ascensor casi por definición, había visto frustrado su intento de regresar a Liga Femenina ante el Arranz Jopisa Burgos. Su afición fue una de las grandes animadoras de aquella fase en el Ángel Nieto. Pocos imaginaban que su equipo tardaría otros seis años en subir de nuevo a Liga Femenina.

Quizá, tampoco esperaban un regreso tan duro. Las madrileñas viajan al Ángel Nieto sin victorias en su casillero y necesitadas de un triunfo balsámico. Para lograrlo viajarán con una exnaranja, Nina Bogicevic, y con cuatro mujeres que, curiosamente, disputaron aquella fase de ascenso de Zamora 2011: Mariana González, que lo hizo con el propio Estudiantes, Celia Menéndez, que ascendió con el Burgos, y Laura Velasco e Irene San Román, que cayeron en la final con el Canoe.