La nieve caída en la jornada de ayer sobre Pamplona obligó a suspender el partido entre el Osasuna y el Nàstic. Aunque lo hizo con discrepancias entre ambos equipos, ya que los navarros consideraban que se podía haber iniciado el encuentro, mientras que los catalanes opinaban que el terreno de juego estaba impracticable. "El árbitro ha decidido que no se podía jugar y el Nàstic tampoco quería jugar. Incluso hemos ofrecido jugar mañana y el Nàstic se ha negado", indicó Luis Sabalza.