La reaparición de Gare Bale, en la última media hora de partido, fue crucial para desatascar al Real Madrid en el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa ante el Fuenlabrada. Un Fuenlabrada que se lo había puesto complicado con un golazo de Milla a los 25 minutos. El primer balón que tocó Bale fue para darle un paso preciso a Mayoral que enpató el partido. Poco después el gales disparó y el rechace volvió a ser aprovechado por Mayoral para marcar el segundo.

Así fue como el Madrid, con una alineación plagada de jóvenes suplentes, eliminó al Fuenlabrada. Zinedine Zidane no alineó inicialmente a Bale, como se especulaba, peró si sacó a los recuperados Navas, que no jugaba desde el 17 de octubre, y a Kovacic, ausente desde el 13 de setiembre. El Fuenlabrada, que está invicto desde la primera jornada, encabezando el grupo segundo de Segunda división B, confirmó en la primera parte que es, con el Nápoles, el mejor equipo de Europa fuera. Puso en apuros al conjunto madridista y terminó con un merecido esmpate. Zidane tuvo portunidad de ver lo que pueden dar de sí los jóvenes no habituales.