El MMT Seguros firmó ayer su segundo triunfo de esta temporada en la Liga Asobal. Una victoria que vale más que los dos puntos que suben al casillero pistacho tras imponerse por 31-27 a Bidasoa Irún porque no solo ganó un nuevo partido en el Ángel Nieto, también salió de los puestos del descenso e hizo gala de todo su talento mereciendo incluso una victoria aún mayor. Principalmente porque todo, absolutamente todo, funcionó en el conjunto de García Valiente. Una escuadra que ayer cuajó un encuentro casi perfecto y en la que sobresalió el meta Carlos Calle, con nada menos que un 35.7 % de acierto bajo palos. Unos números que, para colmo, también fueron notables en ataque.

Con gran concentración saltó al campo el MMT Seguros, sólido a la hora de defender y con soluciones en ataque. Una ofensiva guiada por la mano de Octavio, autor de un primer disparo a la madera y de un gran pase a Abalós que fue el primer gol del partido. Un tanto al que respondió rápidamente Bidasoa Irún con dos lanzamientos de Nono para tomar la delantera en el electrónico. Un marcador que se igualó (2-2) tras los cinco primeros minutos gracias a un bello salto de Fafa, al que nada se le notó la enfermedad que arrastró en los últimos días.

Fue entonces cuando llegó la primera complicación para los locales. Una clara falta de Ceballos dejaba al equipo por primera vez con un hombre menos en el partido. De la situación acabaría por salir airoso el MMT Seguros gracias a su juego sin portero y los goles de Anderson Silva y Fafa -este último con robo y finalización del argentino-, pero una nueva sanción, esta vez a Silva, volvía a igualar el envite. Eso sí, Bidasoa Irún igualó el marcador antes de que Octavio se luciera con dos tantos para volver a poner por delante a los suyos (6-4, m.12).

Serio, y con un gran Carlos Calle, el MMT Seguros llevaba las riendas del duelo. Eso sí, le costaba debido a que jugaba en inferioridad la gran parte del tiempo. Como ocurrió poco después, tras un resbalón de Octavio y un contragolpe que cortó a destiempo Adrián Prieto. Con todo y con eso, los zamoranos llegaron al ecuador de la primera mitad por delante (7-6, m. 15).

Estaba realizando un gran encuentro del cuadro de Viriato. Sin ceder centímetros atrás, superando cada obstáculo en campo rival. De hecho, la renta se antojaba corta para el evidente desgaste local. El MMT Seguros merecía más pero, durante un rato, la madera se encargó de negárselo. Tras lanzamientos consecutivos al marco y dos aciertos de los visitantes devolvían las tablas al marcador de cara la recta final de un primer tiempo de alta intensidad y buen balonmano (8-8, m. 20).

Podría haberse venido abajo el MMT Seguros pero, esta vez, las sensaciones eran diferentes y la gasolina duraría hasta el descanso porque no hubo quien no aportara algo al juego pistacho.

Iñaki deshizo las tablas rápidamente y, con la dupla Calle-Octavio a pleno rendimiento, eran los locales los que marcaban la pauta. Ni siquiera un tiempo muerto local que Bidasoa Irún trató de amortizar cambiando a una defensa mixta sobre el central leonés. El MMT Seguros siempre encontró soluciones con su rápida circulación, encontrando un carril o un pase extra para que Silva, Jortos o Jaime encontraran puerta.

La justa tensión y el acierto ofensivo, junto a la colección de paradas que Calle acumulaba frente a los puntales de Bidasoa Irún que llegaría al descanso por debajo en el marcador (14-11) y con un hombre menos por una inocente exclusión de Kauldi. Un premio extra para el buen hacer local, empezar con bola y un jugador más en la reanudación.

Restaba ver si, al contrario que en Cuenca, el equipo podría mantener el tipo tras el descanso pese al cansancio. Y no solo fue así, los aplausos y el empuje del público llevó al MMT Seguros hasta una versión aún mejor a la de la primera parte.

La superioridad la aprovechó bien el MMT Seguros, abriendo el segundo acto con un gol de siete metros de Octavio, al que durante los siguientes minutos trató de neutralizar Bidasoa Irún con un marcaje férreo sobre el central. La mixta dificultó el ataque zamorano pero, con un portero en estado de gracia como Calle y Jortos finalizando con éxito las jugadas, la renta local no solo se mantuvo, aumentó hasta el punto de que, tras un golazo de Ceballos, Jacobo Cuétara se vio forzado a pedir tiempo muerto (19-13, m. 38).

Del parón regresó Bidasoa Irún dispuesto a recortar diferencias y sacar provecho de la clara segunda exclusión de Adrián Prieto. El esfuerzo le permitió seguir el ritmo a un cuadro zamorano que siguió viendo gol pese a una nueva inferioridad por una falta de Abalós. Los de Cuétara incluso estrecharon la diferencia pero el mal parcial terminó con un espectacular gol de Fafa y ese tiro tan característico de su capitán, elevando la distancia a siete tantos la penúltima genialidad de Octavio que obligaba al segundo tiempo muerto irundarra (24-17, m. 46).

Quedaba lo más difícil, rematar la faena. Y para ello, todo el MMT Seguros mantuvo la buena línea mostrada en minutos anteriores. Basándose en el colectivo, con tesón y las ideas claras, llegó a contar con ocho tantos de renta. Una distancia que resultó insalvable para un Bidasoa Irún que puso en algún problema a los de García Valiente en el tramo final con continuos cambios en su defensa (mixta, con avanzado, abierta...) pero que ayer, pese a todas sus estrellas, fue inferior a un cuadro de Viriato sobresaliente, infatigable gracias al aliento de su público, y con un Calle inconmensurable (31-27).