Tras sacar un empate en su último desplazamiento, el Caja Rural afronta con ilusión una nueva jornada en el Grupo V de la Segunda División Femenina. Un compromiso marcado por la necesidad por puntuar de las zamoranas, colistas en la tabla, y las numerosas ausencias con las que afronta el envite que tendrá lugar mañana en la Ciudad Deportiva a partir de las 11.30 horas.

Con solo dos puntos en su haber, el último sumado hace siete días en Toledo, las jugadoras de Sergio Castro deben comenzar a hacerse fuertes como locales si quieren aspirar a la permanencia a final de campaña. Por ello, mañana, están ciertamente obligadas a ganar pese a que la tarea se antoje bastante complicada pues el rival será nada menos que un Dínamo de Guadalajara. Un rival con buena plantilla y que viajará a Zamora con la calma que le otorga el octavo puesto de la tabla.

Lejos de la presión que supone verse abajo, el vestuario del Caja Rural se encuentra confiado en poder seguir creciendo con el empate frente a Fuensalida como punto de partida. Un encuentro en el que dieron continuidad al buen juego mostrado frente al "todopoderoso" CD Tacón y que rompió una sequía de demasiadas jornadas sin sumar.

Castro considera que la intensidad de sus jugadoras y la concentración a lo largo de los noventa minutos serán capitales para superar al Dínamo de Guadalajara. Dos aspectos fundamentales que cobran mayor importancia si se repasa la lista de ausencias que limitarán las opciones del técnico a la hora de confeccionar el once inicial. Una relación de bajas en la que, además de la inédita Garzón, se encuentran la meta Paloma, la defensa Cristel, y tres de sus referencias en la medular y el ataque: Blanca, Saritilla y Zizu.

Claramente limitado para encarar el partido, el Caja Rural deberá pues redoblar sus esfuerzos y tener las ideas bien claras antes de saltar al césped de la Ciudad Deportiva, donde tendrá que evitar esos errores que tanto han lastrado al equipo y su buen hacer.