El FS Zamora continúa, una semana más, como la mejor defensa de su grupo después del 6-2 frente al Desguaces Casquero. Los capitalinos, que han construido el equipo desde atrás, buscando encajar lo menos posible, tienen un arma por el que destacan este año y es la defensa del portero - jugador, lo que les ha llevado a encajar únicamente un gol cuando están en inferioridad pese a haberlo tenido que defender ya durante 30 minutos en los siete partidos que se han disputado.

Los rojiblancos vieron como el Atlético Benavente, al estar por debajo en el electrónico, ponía el cinco para cuatro a 10 minutos del final del encuentro y no era capaz de marcar gol, una muestra más de la buena defensa que vienen desempeñando los jugadores de Chema Sánchez en este arranque liguero.

Los zamoranos se han tenido que enfrentar a este arma en cinco partidos de los siete que han jugado, pero especialmente en el caso del derbi contra el Atlético Benavente y en el anterior encuentro en casa contra Santiago de Same, lo hicieron durante casi diez minutos por partido.

Ni los benaventanos ni los asturianos fueron capaces de marcar gol a la defensa en inferioridad de los jugadores del Zamora importa, algo que tampoco fueron capaces de hacer los jugadores del Universidad de Valladolid o del Ventorrillo.

Hasta la fecha, después de 30 minutos defendiendo en inferioridad, el único gol que han encajado las huestes de Chema Sánchez fue en Cuéllar, en un balón que entró a los siete segundos de finalizar el encuentro y que llegó tras un rebote que quedó muerto en el área.

Invencibles en casa

Tras jugar cuatro encuentros en el Ángel Nieto, el Fútbol Sala Zamora sólo conoce la victoria en los partidos en los que actúa como local, una imagen que, de momento, no son capaces de mostrar fuera donde sólo han sumado un punto.

Los rojiblancos, además, han vencido en sus partidos como local con suficiencia, siendo el partido frente al Universidad de Valladolid el que ganaron con una diferencia más pequeña (3-1), mientras que frente al Atlético Benavente, Ventorrillo y Santiago de Same, los de Chema Sánchez tuvieron finales cómodos.