El director general para Asuntos Deportivos de la Fórmula 1, Ross Brawn, ha presentado a los equipos su hoja de ruta para la nueva normativa que regirá a partir de 2012, pensada para que aumente la competitividad a través de unos motores más sencillos, más baratos y también más ruidosos.

"Hemos escuchado cuidadosamente lo que los aficionados piensan sobre los actuales motores y lo que les gustaría ver en un futuro próximo", avanzó Brawn, antiguo jefe de equipos como Ferrari o Mercedes, a través de un comunicado.

El ingeniero inglés explicó que las nuevas normas que están diseñando en la FIA, aparte de desembocar en motores más asequibles y más ruidosos, también facilitarían la entrada de nuevos fabricantes y la competitividad de los equipos.

En este sentido, la propuesta pasa por mantener los actuales motores híbridos V6 de 1,6 litros, pero sin el MGU-H, uno de las dos unidades generadoras del motor, mientras que el sonido del motor mejoraría aumentando su frecuencia en 3.000 revoluciones por minuto.

Además, se restringirían los costes de desarrollo y se desaconsejarían los diseños extremos, habría un solo turbo con limitaciones dimensionales y límites de peso, y un solo almacén de energía.

"El trabajo continuará durante los próximos 12 meses para definir ciertos elementos de la unidad de potencia, pero el diseño y desarrollo completos de la unidad de potencia no será posible hasta que se publique toda la información a finales de 2018. Esto tiene como objetivo garantizar que los fabricantes sigan trabajando en la unidad de potencia de especificación actual", detalló la Fórmula 1 en su comunicado.

El actual motor de la F1, introducido en 2014 y mucho más silencioso que los anteriores V8 y V10, marcó el comienzo de un período de dominio de Mercedes. Desde entonces, el fabricante alemán ha ganado todos los Mundiales de pilotos y de constructores, el último el pasado domingo por medio de Lewis Hamilton.