Joan Mir Mayrata (Palma de Mallorca, 1-9-1997) se convirtió ayer en el 49º campeón del mundo de motociclismo español, alcanzando su primer título de Moto3 en el Gran Premio de Australia y redondeando una casi inmaculada temporada en la que transformó la regularidad en excelencia. A sus 20 años, el mallorquín dio lecciones de pilotaje sobre su Honda cada fin de semana para imponer una hegemonía en carrera que no demostró en clasificación. Sin partir desde la primera posición, el balear cosechó nueve victorias en 16 pruebas, unos números inalcanzables para sus competidores y que estrenan un palmarés prometedor.

Con la seguridad del que se ha criado a lomos de una moto, Mir, que comenzó a competir con apenas 10 años, se lució sobre el asfalto con una fina conducción que se tradujo en poder finalizar cada carrera, algo de lo que no pueden presumir sus rivales más cercanos, dejando de puntuar únicamente en el pasado Gran Premio de Japón. Con este buen hacer, el español conquistó un éxito esquivo durante buena parte de su carrera, siendo el primer campeonato que logra desde que se proclamara campeón de minimotos en categorías juveniles. Después, se quedó a poca distancia de la gloria en la Red Bull MotoGP Rookies Cup de 2014, con un amargo subcampeonato que se ha encargado de endulzar años más tarde.

Desde que debutara en el motociclismo profesional en 2015 sustituyendo al japonés Hiroki Ono en el Gran Premio de Australia, el mallorquín soñó con un día de gloria sobre el circuito de Phillip Island, que ahora podrá disfrutar merecidamente.

La victoria en el Gran Premio de Austria de 2016 supuso un punto de inflexión para un piloto que comenzó a acostumbrarse a pisar el podio, lográndolo en dos ocasiones más antes de finalizar en quinta posición su primera participación completa en el Mundial de Moto3. Tras ser elegido "rookie" del año, el mallorquín se propuso gobernar con mano de hierro una categoría que se le ha quedado pequeña. En 2018 dará el salto a Moto2, donde Mir compartirá box con Àlex Márquez.