Varios aficionados del Celta de Vigo se acercaron ayer a las taquillas de Balaídos para pedir explicaciones a la directiva que después de que el ayuntamiento decidiera cerrar la grada de Rio de Balaídos, con capacidad para 12.500 espectadores, para el partido contra el Atlético de Madrid , a las 16.15 de hoy, y que el club anunciase que era "imposible" reubicar a los socios en otra grada. El Celta llegó a pedir a la Liga que el duelo se jugara hoy en el Wanda Metropolitano, petición rechazada. Carlos Mouriño, presidente del Celta, pidió perdón a los abonados afectados y dijo que les compensaría. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, justificó su decisión porque "sin garantías de seguridad al mil por mil la grada se cierra".