No pudo ser. El MMT Seguros Zamora seguirá una semana más como farolillo de la tabla clasificatoria sin una sola victoria, tras caer derrotado (32-28) a domicilio ante un irregular BM Benidorm que este sábado no lo fue tanto. La primera parte resultó bastante igualada pero así y todo los alicantinos se marcharon al descanso con ventaja de cuatro. El reinicio zamorano no fue bueno y el Benidorm consiguió en esa fase ampliar una renta que sería muy complicada de enjugar para un cuadro de Viriato que alcanzó el tramo final obligado a jugar con demasiados riesgos. Peligros que, aún así, supo manejar con cierta soltura para recortar la diferencia local y poner algo de picante a un desenlace que los de Zupo resolvieron con mucha calma.

Los alicantinos iniciaron el juego más acertados y con dos buenos lanzamientos de Corzo y Grau consiguieron un prometedor 2-0 de parcial inicial que, sin embargo, fue perfectamente contrarrestado por los zamoranos con una gran internada de Ander Iriarte y una primera contra letal de Sebastián Ceballos tras robo.

El duelo prosiguió vivo, a un ritmo muy alto pero con ciertos problemas de los visitantes a la hora de hacer circular el balón en ataque. Aun así y todo entre Carlos Calle, con un par de buenas paradas, y Ceballos, con su eficacia en ataque, los de Viriato minimizaron de manera notable sus carencias llevando el choque a una ajustada igualdad en esta primera fase, 3-3 en el minuto cinco y 5-5 en el diez tras otro contragolpe culminado por Sebastián Ignacio. El juego prosiguió algo más calmado, con los alicantinos rocosos en defensa y ofreciendo muchas variantes en ataque, donde destacaba de manera especial un Corzo muy activo y capaz de encontrar el hueco para fusilar a Calle desde muy cerca. Cuando apareció el lateral cubano Pavan soltando un misil imparable que colocaba una nueva máxima de tres goles, el técnico pistacho Eduardo García Valiente decidió parar el juego, 9-6 superado el cuarto de hora de juego.

A vuelta a pista los zamoranos mejoraron de forma visible en defensa, pero siguieron espesos cara al gol y concediendo demasiados errores por lo que la diferencia incluso aumentó en un gol, 11-7 en el veinte. Por entonces, Ceballos maniatado, sólo Magadán parecía realmente fiable en ataque y de hecho en los siguientes cuatro minutos sólo él vio puerta, fueron minutos de un duelo espectacular entre las porterías con Mijuskovic y Calle de protagonistas. Se entró en los últimos cinco minutos de la primera con todo igual y todavía mayor eficacia de los porteros. El choque necesitaba un vuelco y Ceballos finalizó en gol otra acción a la carrera, sería su cuarto tanto del primer periodo, pero Corzo resultaba aún imparable y las distancias entre alicantinos y zamoranos no variaron al descanso, 14-10 y cinco tantos del lateral local Guillermo Corzo.

Los zamoranos tampoco estuvieron demasiados finos en el reinicio, especialmente en ataque, donde se volvieron a topar con un Mile Mijuskovic que agrandó su figura ante los tímidos ataques de un rival que no tenía las ideas claras en esa faceta, 17-12 superado el minuto cinco. Los alicantinos siguieron exhibiendo solidez y eso le permitió generar rápidos contragolpes que el veloz Jesús Morales se encargó de culminar para poner a los de García Valiente en un serio aprieto, nueva máxima en el enfrentamiento de 20-12 antes de llegar al diez. El MMT Seguros Zamora se vio obligado a arriesgar más de la cuenta, dejando espacios para hombres como Marchán, y se enzarzó en un bonito intercambio de golpes con mucha relevancia desde los siete metros, 23-18 al cuarto de hora y todavía bastantes posibilidades de conseguir sumar algo positivo. Quedaba mucho de partido.

Una exclusión frenó el buen momento visitante 25-18, pero durante poco tiempo porque los pupilos de Francisco Javier "Zupo" Equisoaín siguieron sufriendo para frenar a un contendiente que iba a por todas. Un MMT Seguros dispuesto a demostrar una vez más que nunca tira la toalla, ni en las peores circunstancias y que ahora, además, sumaba sus goles con lanzamientos lejanos muy bien preparados. El 25-20 en el minuto 40 de partido presagiaba que los zamoranos harían sudar a Bm Benidorm, o por lo menos que iban a intentarlo.

Pero la heróica zamorana estaba amenazada por el reloj. Cada vez quedaba menos para la conclusión y eso aceleró demasiado el juego de los visitantes hasta llevarles a cometer demasiados errores no forzados ante un conjunto alicantino que explotó como nadie las jugadas de contragolpe para no perder la ventaja que había logrado. Con un tiempo muerto el míster zamorano trató de volver a meter a los suyos en la pelea, pero el juego prosiguió más acelerado que nunca y en esas circunstancias los locales tenían casi todas las de ganar pese al 29-24 a falta de cinco minutos. De hecho, al BM Benidorm le bastó con jugar mirando el reloj para llevarse el triunfo y alargar la sequía visitante.