Rafael Nadal dio ayer una lección maestra de tenis y resistencia y logró su pase a semifinales de Shanghai, donde se enfrentará a Marin Cilic, verdugo de Albert Ramos, mientras que Roger Federer consiguió también su clasificación y se medirá con Juan Martín del Potro, quien está pendiente de que los médicos le autoricen jugar.

En un agotador partido que duró dos horas y 32 minutos, el número uno del tenis mundial logró su pase a semifinales del Masters 1000 de Shanghái tras aplacar por 6-4, 6-7(4) y 6-3 a un infatigable Dimitrov.

Después de dos rápidas victorias en las rondas previas, Nadal necesitó mucho más esfuerzo para doblegar al búlgaro, quien le disputó cada punto como si fuera una bola de partido.

"El partido ha sido de desgaste, sin ninguna duda, pero también ha sido un partido que me ha llevado a jugar muchos momentos complicados, de exigencia y normalmente este tipo de partidos ayudan a lo que pueda venir", dijo el tenista en la rueda de prensa posterior, admitiendo que, sin embargo, ese esfuerzo extra podría pasarle factura físicamente. "Es verdad que llevo muchos partidos encima, no sé lo que puede pasar, pero bueno, espero estar preparado para jugar a un muy buen nivel mañana", apuntó.

En la semifinal le espera un hueso duro, el croata Cilic, quinto mejor tenista del mundo según el ránking de la ATP, que eliminó en cuartos de final al español Albert Ramos por 6-3 y 6-4.

"Acabo de perder pero me voy contento de mi juego esta semana y de haber llegado a cuartos de un Masters 1000", contó el tenista, número 25 del mundo, quien realizó un partido correcto aunque no supo aprovechar algunos de los errores del croata, mucho más peligroso sobre pista rápida.