El presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Ramón Lete, lanzó ayer un mensaje de "tranquilidad" y "normalidad" ante la implícita Declaración Unilateral de Independencia (DUI) del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y dijo que ésta "no va a distorsionar" las competiciones deportivas.

"Quiero transmitir un mensaje de tranquilidad y normalidad. Estamos trabajando de la mano de las federaciones españolas para velar por el normal funcionamiento de las competiciones, y para que el deporte no se vea afectado por decisiones políticas", dijo tras una reunión convocada con carácter urgente con el presidente de ADESP, José Hidalgo, y de otras diez federaciones deportivas para analizar la situación en Cataluña.

José Ramón Lete dijo que se ha citado con el presidente de ADESP, con el que coincidió en un acto este martes y acordó la convocatoria de este miércoles, y los representantes de las federaciones para tratar de superar los "obstáculos" o "condicionantes" que puedan perjudicar a las competiciones nacionales.

"Esta DUI no va a distorsionar el ámbito de las competiciones deportivas. No tenemos por qué preocuparnos, las competiciones se van a desarrollar con toda normalidad. Así me lo han transmitido diez presidentes de federaciones nacionales", subrayó.

No obstante, el presidente del CSD recordó que la Ley del Deporte ampara la posibilidad de que alguna federación autonómica "pueda tomar un camino distinto". "No podemos obligar a un club a que compita en una competición que no quiere. Los presidentes de las federaciones me han trasladado un mensaje de absoluta normalidad porque vamos velar para el normal desarrollo de las competiciones", recalcó.

Lete, que aseguró no haber recibido ninguna solicitud de federación deportiva catalana alguna para organizar su propia competición, lamentó la situación actual. "Nos preocupa que se mezcle la política y el deporte. ¿Actos violentos? Ante situaciones hipotéticas tenemos la Ley Antiviolencia y la aplicaremos con su máxima contundencia", advirtió.

Por otro lado, desmintió que hubiera problema alguno con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), aunque expresó su confianza en que el Tribunal Admnistrativo del Deporte (TAD) adopte una resolución para que se convoquen elecciones a la presidencia. "No hay ninguna ninguna guerra con la RFEF. Hace dos meses manifesté una hoja de ruta que estaba clara, pero, por los hechos que hemos conocido del sumario (del 'caso Soule'), entendimos que el TAD debía tomar una decisión porque podrían desvirtuar la transparencia de las elecciones. Corresponde al TAD la resolución, con criterios de absoluta independencia", señaló.