El piloto británico Lewis Hamilton (Mercedes) logró ayer, tras diez años intentándolo, la pole en el Gran Premio de Japón de Fórmula 1. Lo hizo tras una sesión de calificación en la que Fernando Alonso (McLaren) fue décimo, aunque saldrá último, justo por detrás de Carlos Sainz (Toro Rosso), por una sanción de 35 posiciones por cambiar su motor.

Tras el inglés (1:27.651), que con la número 71 ya ha hecho pole en todos los circuitos, terminó su compañero de equipo, el finlandés Valtteri Bottas (Mercedes), que fue segundo, aunque una penalización de cinco puestos por sustituir la caja de cambios le hará salir séptimo.

Así, la primera línea la completará el alemán Sebastian Vettel (Ferrari), principal rival de Hamilton por el campeonato y tercero en calificación. La segunda fila estará compuesta por los dos Red Bull, los del australiano Daniel Ricciardo y del holandés Max Verstappen. La Q1 estuvo marcada por el accidente del francés Romain Grosjean (Haas), que trastocó los planes del canadiense Lance Stroll (Williams), perjudicado por un tapón al que le sometió el mexicano Sergio Pérez (Force India) y que deberá ser investigado por Dirección de Carrera.

Ya en la siguiente tanda, el español Carlos Sainz (Toro Rosso) se despidió de la calificación y completó el día decimoquinto, aunque su sanción de 20 posiciones por cambiar varios componentes de su motor -el sexto MGU-H, el quinto motor de combustión interna y el quinto turbo- le hará salir penúltimo, justo por detrás de Alonso. Mientras, Renault confirmó ayer que Sainz sustituirá al británico Jolyon Palmer antes del final de la temporada y disputará las cuatro últimas carreras del curso al volante de su nuevo monoplaza, la primera en Estados Unidos. El acuerdo entre Sainz y la compañía francesa estaba previsto para 2018, pero se adelantará y el madrileño dejará hoy Toro Rosso.