Lucas Fernández se ha asentado sólidamente como el responsable técnico de un Zamarat que continúa capeando como puede el vendaval de la crisis que parece aflojar en otras zonas de España. Ha asumido esta temporada la confección de una plantilla completamente renovada para formar un grupo humano de jugadoras muy jóvenes pero con indudable capacidad técnica, física y, sobre todo, mental.

— ¿Cómo ha resultado el proceso para confeccionar la plantilla? ¿Está satisfecho con el resultado dentro de las estrecheces económicas del club?

— Estamos contentos e ilusionados. Ha sido un proceso largo y difícil. Tanto el gerente, Javier Barrio como yo hemos estado en contacto para tratar de conformar el mejor grupo que hemos podido. En algunos de los casos, en el tiempo y forma que buscábamos, en otros, teniendo que tener un poco más de pausa. Estamos contentos porque todas las jugadoras tienen algo para mi muy importante que este proyecto del Zamarat es donde quieren estar.

— ¿Cómo ha ido evolucionando la plantilla durante la pretemporada?

— Físicamente, los test que hicimos fueron positivos, y humanamente, el grupo es extraordinario en cuanto a compromiso y capacidad de trabajo. Y a partir de ahí, como en toda pretemporada, es un proceso que requiere tiempo y más aún siendo conscientes de que son ocho jugadoras nuevas. Hemos tratado de acumular el mayor número de experiencias posibles para ganar a Araski en el primer partido de la temporada oficial. Estamos en un momento todavía de construcción y lo vamos a estar durante casi toda la temporada. Equipos como el nuestro tiene un margen de crecimiento muy amplio.

— ¿Es una plantilla que le obligará a jugar de una forma determinada?.

— Al no tener una excesiva profundidad de banquillo, buscamos gente que pueda darnos distintas opciones dentro de la pista, gente que pueda jugar al lado de otra gente, que no sean excluyentes. En el juego interior la combinación de Lina e Ivana, o Alisia y Lina; Celia y Ainhoa nos pueden ayudar en el «cuatro» y a que la línea exterior sea físicamente más grande; Ainhoa y Briana pueden actuar en la posición de «uno». Lo importante es que tengan un compromiso con el esfuerzo y el trabajo diario.

— Es una plantilla de jugadoras con carácter, que les gusta mandar y decidir en la pista.

— Nosotros mismos lo fomentamos. Es muy importante que de alguna manera la jugadora tenga capacidad de solucionar problemas durante el juego. Tú no tienes a tu disposición quince tiempos muertos para ir controlando cada instante, entonces fomentamos y tratamos de conducir al equipo a que tenga la capacidad de gestionar momentos durante el partido y muchas veces la lectura de dónde se puede hacer más daño o protegerse mejor. Eso hace que el proceso de crecimiento del equipo sea más lento porque cometes más errores pero nos permite afianzar e interiorizar cómo somos o jugamos cada una, siempre dentro de una normas de ataque y defensa colectivas. Esperemos que ese carácter nos sirva para reaccionar en los malos momentos, eso es muy importante.

— Tampoco se aprecia un equipo tácticamente muy rígido, muy encorsetado en sistemas de juego.

- Por mi manera de entender el juego, sí tenemos unas normas básicas de ataque pero no queremos renunciar a nada que venga de una buena defensa o del rebote con posibilidades de correr. Y sobre todo, lo que uno intenta es sacar lo mejor de cada jugadora, explotar sus talentos y, en ataque, sí intentamos poner toda la atención en hacer pequeñas cosas bien hechas.

— Esta temporada no ha habido el problema de lesiones de otros años, pero sí ha estado condicionada por el problema con las canastas del Angel Nieto. ¿Cómo lo ha gestionado?

— En algunos momentos, con impaciencia como todo el mundo; en otros, con sorpresa. Nos apetece igual que al resto de equipos estar en nuestra casa, en nuestro lugar habitual de entrenamientos y que la tarima nos hubiera permitido gestionar mejor las cargas de entrenamiento. Pero pasados esos momentos, uno pone la concentración y la atención en el equipo, en hacer y tomar las mejores decisiones por y para el equipo.

— No podemos aspirar, en principio, a mucho más que la permanencia, aunque luego Dios dirá.

— Es obvio que nuestra situación invita a pensar en ello, pero eso es una gran cosa. Los que estamos en esto, entendemos el reto y nos gusta. Queremos que nuestra recompensa sea aquello a lo que nos lleva hacer nuestro trabajo. Yo no he cambiado con el tiempo, me reafirmo en que hay cosas que no están en tu mano, como lesiones, rendimientos o los rivales y, en eso, la Liga sigue dando saltos de calidad hacia arriba. Los clubes vuelven a invertir un poco más, encuentran mayores apoyos económicos, y disponen de jugadoras que reducen el margen de error o adaptación a la Liga. Nosotros estamos dispuestos a hacer grandes cosas entendido como dar el máximo, que nuestra afición esté siempre orgullosa de nosotras y tener esa fortaleza mental para que tres victorias no te hagan volverte loco y creer que ya vas a estar optando al play off, o que tres derrotas te hagan pensar que la Liga ya se ha acabado.

— La Liga sube el nivel. Siguen optando a todo Avenida y Girona, pero luego hay una «clase media» muy amplia.

— Es un reto apasionante para nosotras. El nivel de Euroliga de Avenida es muy difícil de alcanzar por la cantidad de recursos que tiene, pero hay proyectos que están buscando crecer como Girona o Gernika que participan en competición europea. La Liga se presenta apasionante, vamos a disfrutar de grandes partidos y grandes rivales en el pabellón Angel Nieto. Pero nosotras, en lo único que estamos concentradas es en hacer todo lo posible por conseguir cada fin de semana una nueva victoria.

— ¿Le parece buena idea el Open Day que ha creado la FEB?

— Me parece atractivo. Para crecer uno tiene que intentar hacer cosas. La Federación y los clubes dan un paso adelante y buscan una actividad que se ha hecho en otros paises y la respuesta ha sido positiva para que la gente que apuesta por el baloncesto femenino tenga mayor visibilidad porque se lo merecen.