Pese a que pueda parecer lo contrario, el deporte femenino en Zamora no está tan mal como se quiere hacer ver por algunos que no parecen aceptar que nuestra provincia disponga durante un largo periodo de tiempo de un equipo en la máxima categoría del baloncesto femenino español, y otro en la segunda división del fútbol, dos de los deportes con mayor implantación en nuestro país.

Desde siempre ha habido grandes deportistas zamoranas. El piragüismo y el atletismo han sido dos modalidades en las que la participación federada de hombres y mujeres está equiparada desde hace mucho tiempo. Algunas de nuestras mejores representantes lo han sido en piragüismo (Raquel Sánchez, Victoria Fraile, Eva Barrios, Laura Pedruelo...) y también en atletismo (Raquel Alvarez, Diana Martín, ...), y actualmente, son máximas exponentes del deporte provincial María O´Mullony en la máxima categoría del balonmano; Raquel Alvarez, en atletismo; Sara García, en motociclismo; o Alba Abollo en la doma clásica que es una especialidad olímpica.

El CD Zamarat intenta mantener ese alto nivel del deporte femenino no sin un importante esfuerzo en una especialidad que es además muy ingrata para conseguir que una jugadora llegue a lo más alto, o lo que es lo mismo, al primer equipo. Resultados bien distintos son los del BM Zamora que cuenta ya con varias chicas que siguen el camino marcado por Prieto O´Mullony; y la consolidación del equipo de rugby femenino ha supuesto una enorme alegría.

El baloncesto es un deporte muy ingrato para los que trabajan con la cantera, y no sólo para un club femenino (hay dos en Zamora), porque tampoco los que se dedican al basket masculino son capaces de crear jugadores que lleguen a las categorías superiores.

Este deporte tiene dificultades especiales que pasan, en primer lugar, por los centímetros, que no se improvisan ni se cultivan, pero también por un depurado trabajo técnico superior al de otras especialidades en las que el componente físico ocupa una parte más importante.

Pero no podemos olvidar que el CD Zamarat, cuando militaba en las categorías inferiores, basaba sus plantillas sobre un importante porcentaje de jugadoras «de la casa» y hasta en Liga Femenina 2 fueron varias las zamoranas que disfrutaron de importantes minutos de juego.

El club naranja tiene su asignatura pendiente desde hace tiempo en la creación de un equipo de categoría senior que prolongue el trabajo realizado con la base y que ahora se ve roto por el enorme abismo que existe desde la categoría junior hasta la Liga Femenina y que se traduce en sucesivas frustraciones de nuestras jugadoras que terminan desanimándose, cansadas de ser tan solo un apoyo en los entrenamientos del primer equipo.