Si tienes suerte, puede que te toque bailar con John Travolta en una discoteca de Nueva York en plena fiebre del sábado noche mientras suena la música de los "Bee Gees". Si tienes mala suerte, te toca bailar con el Maffeo en la fiebre del sábado tarde en un estadio de Girona mientras suenan cantos independentistas. Messi no tuvo suerte, y tuvo que bailar con el Maffeo y, eso sí, sufrir un pegajoso marcaje individual tan antiguo como las camisas con cuellos enormes y los pantalones de campana que lucía Travolta en la discoteca "Odisea 2001". Todo vuelve. Puede que volvamos a ver entre los futbolistas cortes de pelo como los de Tony Manero, el personaje que interpreta Travolta en "Fiebre del sábado noche". Puede que regresen los pantalones de campana, las camisas con cuello en V, las bolas de espejos en las discotecas, la música disco y los marcajes individuales con orden de huir del balón como de la peste con tal de no dejar solo al infeliz que sabe que tendrá que pasarse 90 minutos (más el descuento) escuchando "Bailar pegados" de Sergio Dalma.

Bailar con el Maffeo tiene la ventaja de que, al menos, conoces gente. Messi tuvo tiempo de charlar con su marcador particular, preguntar cuántos años tenía, si venía cedido por el Manchester City? Lo normal en una pista de baile cuando te pasas toda la noche con el mismo acompañante. No creo que la relación entre Messi y Maffeo vaya mucho más allá porque sabemos por otras citas parecidas, como la de Xavi con el jugador del Almería Chico o el mismo Messi con el jugador del Athletic Balenciaga, que estas cosas terminan con un intercambio de camisetas al final del partido y ya está. Pero Messi debe estar preparado para bailar más partidos con el Maffeo de turno porque el Barça ganó al Girona a pesar de una actuación discreta del rey de las pistas argentino. No sé si volverán los pantalones de campana futbolísticos, pero estoy casi seguro de que regresarán los marcajes individuales a Messi con la intención de que el Barça juegue con diez y sin el diez. Ya veremos. Si es así, Messi tendrá alguien con quien hablar a lo largo de los partidos y, cuando se harte de escuchar "Bailar pegados", cogerá la pelota y romperá el partido como la música de los "Bee Gees" rompía las pistas cuando salía a bailar Tony Manero.