Tremendo varapalo el que se llevó el Zamora en su visita a La Virgen del Camino. Los de Miguel Losada terminaron prácticamente pidiendo la hora a pesar de marcharse 0-3 al descanso. La reacción local, unida a la pájara visitante, hizo el resto en una segunda mitad en la que los de casa no sólo lograron igualar la contienda, sino que estuvieron cerca de llevarse tres puntos que visto lo visto en el primer acto, parecían que iban a teñirse de rojiblanco.

El partido empezó con el guión previsto entre dos equipos que se conocen a la perfección. Zamora y La Virgen del Camino son dos conjuntos con mucha experiencia en la categoría y ambos tienen memorizados virtudes y defectos del rival. Por eso los de Miguel Losada comenzaron a la expectativa, con dos líneas muy juntas y dejando que fuese el contrario quien llevase la iniciativa. El duelo se puso pronto de cara con un error inesperado y de bulto por parte de Ivanildo. Un regalo del guardameta berciano que tras recibir un pase de Guille, dudó entre controlar o despejar y terminó por dejar que el esférico superase mansamente la línea de gol.

Acusó enormemente el mazazo el equipo local, incapaz desde ese momento de conectar dos pases seguidos y dejando toda la ventaja a un Zamora que pudo lucir verticalidad y buen juego colaborativo gracias a la calidad de sus jugadores ofensivos. Dani Hernández decidió entonces hacerse dueño del partido y del balón, entrando por banda, por el centro y asociándose con sus compañeros o generando excelentes jugadas individuales. En el minuto 23 una internada por banda le sirvió para colocar un balón en el área que César Simón no desaprovecharía. Pocos minutos después, pudo el Zamora dejar el choque visto para sentencia con un remate potentísimo de Dani Hernández que esta vez sí repelió con mucho acierto Ivanildo.

Al borde del descanso, de nuevo un inspirado Dani Hernández se aprovechó de un barullo en el área local y de la falta de contundencia del portero verde para anotar el tercero en las filas blanquillas. Un gol polémico que terminó con la expulsión del entrenador local Roberto Carlos. Desde luego, tras el paso por la caseta no les podían estar saliendo mejor las cosas a los de Miguel Losada. Sin embargo, la revolución virgeniana no tardó en asomar. Como si un equipo totalmente diferente se tratase, los leoneses dieron intensidad al juego con balones profundos y directos que pronto empezaron a surtir efecto.

Por si fuera poco, la entrada en cancha de Ramonín fue un revulsivo ante el que poco pudo hacer la zaga zamorana, que a esas alturas ya pecaba de exceso de relajamiento. A la hora de juego, una cabalgada del propio Ramonín por banda izquierda terminó en un penalti que Esaú acabaría transformando en el 1-3. Cuatro minutos más tarde era Víctor quien acercaba un poquito más a los leoneses en el marcador. Lo hacía con un gol marca de la casa: falta lateral que entra al corazón del área y donde el «4» leonés sólo tiene que colocar la testa para burlar a Berlana.

La última media hora de partido fue un partido que el Zamora no supo jugar. Los de Miguel Losada no supieron parar el juego. Tampoco administrar el reloj ni la ventaja. Así, no es de extrañar que Ramonín y sobre todo Aarón gozasen de varias ocasiones para firmar las tablas. Con un fútbol muy directo y balones continuamente prolongados para Aarón, Ramonín y Charly fue suficiente para que La Virgen se terminase por llevar el gato al agua. Lo hizo al borde del final del encuentro pero pudo ser mucho antes. Y una vez más, con una jugada «made in La Virgen», de esas que deberían tener copyright en Los Dominicos: balón colgado tras una falta que entra al área pequeña, donde Berlana no se coordina bien con sus centrales para despejar el cuero y Gago termina por demostrar que es el más pillo de la clase.

Un reparto de puntos entre dos gallitos de la categoría en un partido muy extraño que deja varias reflexiones. La primera, positiva: el buen hacer de los atacantes y en especial de Dani Hernández. Las negativas, sin duda: el exceso de relajación, la falta de físico, de contundencia y sobre todo de ese otro fútbol que hace que cuando te vas con 0-3 al descanso llevarte la victoria final sea una obligación y que el Zamora CF, por el momento, no tiene.