El mundo de la Fórmula Uno vivió una tarde frenética en el interludio entre los primeros y los segundos entrenamientos libres del Gran Premio de Singapur, con los cambios de motor de McLaren y Toro Rosso, el paso de Carlos Sainz de Toro Rosso a Renault, y una incógnita: ¿qué hará Fernando Alonso?.

El futuro del bicampeón del mundo español (en 2005 y 2006, con Renault) es la última incógnita por resolver, después de que su escudería, McLaren, haya decidido poner fin a una decepcionante trayectoria de tres años con la japonesa Honda y confiar su unidad de potencia a la francesa Renault, a cuyo equipo llegará el español Carlos Sainz, teóricamente la próxima temporada.

La confirmación de la ruptura entre McLaren y Honda se producía en la ciudad-estado asiática que acoge este fin de semana al gran circo de la Fórmula Uno, en un amplio comunicado que no hacía más que recoger lo que era un secreto a voces: McLaren y Honda no podían seguir juntos.

Con el texto conocido ayer, McLaren y Honda dan por cerrada una aventura que buscaba reverdecer los laureles de los años 80 y 90 -cuando en conjunto encadenaron cinco Mundiales de pilotos, con los brasileños Nelson Piquet y Ayrton Senna (3) y el francés Alain Prost, y cuatro de constructores- , y ha terminado en una pesadilla sin victorias ni podios, y apenas 114 puntos en dos temporadas y media. De forma consecutiva, McLaren daba la bienvenida a Renault como nuevo motorista para las próximas tres campañas, en el que se destacaba la "demostrada capacidad" de Renault para producir "motores campeones", entre ellos los del cuatrienio glorioso de Red Bull con el alemán Sebastian Vettel, los que hicieron campeón dos veces a Alonso con el equipo de la marca francesa, y los que dieron triunfos a Williams y Benetton en los años noventa.

Con el cambio de motor, la escudería espera dar otra perspectiva al bicampeón del mundo español Fernando Alonso, quien enfatizó recientemente que no se conformaba con luchar por el décimo puesto la próxima temporada.