El piloto británico Lewis Hamilton (Mercedes) se hizo con el Gran Premio de Bélgica disputado este domingo en el circuito de Spa-Francorchamps en una carrera en la que sufrió más de lo esperado ante la persistencia del alemán Sebastian Vettel (Ferrari), que mantiene el liderato del Mundial, mientras que Carlos Sainz (Toro Rosso) finalizó décimo, en la zona de puntos, y Fernando Alonso (McLaren) se vio obligado a abandonar.

El asturiano realizó una salida memorable donde ganó tres posiciones pero, posteriormente, su inferioridad en el paso por recta hizo que comenzara a perder puestos sin remedio hasta que un problema en la unidad de potencia de su McLaren-Honda provocó su retirada en la vuelta 27. Sainz, por su parte, volvió a terminar por delante de su compañero Daniil Kvyat, sumando puntos por octava vez en la temporada y se desquitó de dos abandonos seguidos en Spa.

Alonso manifestó por radio su enfado durante toda la carrera hasta tal punto que, primero expresó que no le importaban las distancias porque, para él, todo era un mero test, y después pidió a su ingeniero que no le volviera a hablar más en todo el Gran Premio harto de que este le diera indicaciones sobre cómo ir más rápido.

Un palo más para el doble campeón del mundo, que comienza la recta final para definir su futuro y que manifestó que el año próximo quería estar en un equipo ganador. Además, Alonso vio en la previa cómo se le cerraban las puertas a los dos equipos más fuertes con las renovaciones oficiales de Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen con Ferrari y las declaraciones del jefe del equipo Mercedes, Toto Wolff, en las que daba por sentado la continuidad de Valtteri Bottas.

Desde el inicio, Lewis Hamilton demostró que el Mercedes era el coche mejor preparado para el circuito más largo del mundial, 7,4 kilómetros, donde el agarre y el empuje del motor eran fundamentales sobre todo a la hora de afrontar las numerosas rectas del circuito belga.

Eso sí, las primeras vueltas fueron realmente movidas con el abandono del holandés de ascendencia belga Max Verstappen (Red Bull) por problemas mecánicos y el Stop and Go con el que dirección de carrera sancionó a Kimi Raikkonen por sobrepasar la velocidad permitida con bandera amarilla.

Poco después y tras el abandono de Fernando Alonso, los dos Force Indias pilotados por Sergio Pérez y Esteban Ocón se tocaban en una maniobra muy peligrosa del primero que provocó la salida del Safety Car cuando Hamilton comandaba la carrera sin bastantes problemas.

Tras el relanzamiento, Vettel apretó al británico y ambos se emparejaron, pero Hamilton apuró más la frenada y finalmente aguantó la primera posición. Por detrás, Daniel Ricciardo (Red Bull) se colocaba tercero tras aprovecharse de un error de Valtteri Bottas, que terminó quinto por detrás de un Raikkonen que se sobrepuso con maestría al Stop and Go.

Con todo esto, Hamilton y a Vettel ven como la distancia que les separa en la clasificación mundial se reduce hasta los siete puntos, con el alemán de Ferrari aún al frente, y encaran el próximo Gran Premio en Monza que se celebrará el 3 de septiembre, donde los del 'Cavallino Rampante' tratarán de llevarse la victoria ante su público.