Por primera vez en la historia de los mundiales de atletismo al aire libre, la delegación española vuelve con las manos vacías. Pese a llegar a Londres con una de las delegaciones más amplias de la historia, ninguno de los 56 atletas españoles logró subir al podio. La última bala, la del 1.500, se quemó con un cuarto puesto de Adel Mechaal.

A España le fallaron las tres claras opciones de medalla que tenía a priori. El vallista Orlando Ortega, plata en los Juegos de Río, acabó séptimo en 10 metros vallas. La saltadora Ruth Beitiano consiguió pasar del 1,88 el sábado y se quedó fuera de la lucha por las medallas. Y el marchador Miguel López, que defendía el título mundial de 20 kilómetros logrado hace dos años en Pekín, sólo pudo ser décimo.

El decatleta Jorge Ureña, décimo con una buena marca, y el relevo 4x400, que entró en la final de ayer, fueron dos de las notas más positvias.