Ibiza despidió ayer al "12+1" veces campeón de motociclismo zamorano Ángel Nieto con una emotiva misa en la iglesia de Santa Eulària, municipio donde residía y a donde fue acompañado por 500 moteros que hicieron rugir sus máquinas en honor de una de las leyendas del deporte español.

Uno de sus tres hijos, Pablo, aseguró ayer que "no van a parar" para estar en todos los homenajes que le rindan a su padre y, como anécdota, desveló que les llamaron para contarles que en Ibiza se han acabado las coronas y las flores de tantas que se han enviado en tributo a Ángel Nieto en estos días.

Familiares, amigos y motoristas de Ibiza acompañaron ayer al mediodía a los restos del expiloto en un cortejo fúnebre que partió del tanatorio de Ibiza hasta la iglesia del Puig de Missa de Santa Eulària, donde se celebró una misa funeral.

El cortejo fúnebre estaba encabezado por los hijos mayores del expiloto, Gelete y Pablo Nieto. En la iglesia les esperaban su compañera, Belinda Alonso, y Hugo, el menor de los hijos de Ángel Nieto, así como un centenar de familiares y amigos.

La emotiva llegada del féretro estuvo acompañada por el rugir de las motos y los aplausos de los asistentes.

Entre los amigos de Nieto que acudieron para despedirse estuvieron la duquesa de Montoro, Eugenia Martínez de Irujo; el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo; el dueño de Viceroy, Juan Palacios; el entrenador de tenis Toni Nadal y el fundador de Pachá, Ricardo Urgell. Tampoco faltaron el empresario Javier Merino, la abogada Cristina Almeida y el actor Miguel Ángel Muñoz, entre otros.

Tras la misa, Gelete Nieto aseguró que "cada vez está más tranquilo" por "todo el cariño" que está recibiendo su padre. "La gente me está dando una fuerza terrible y yo creo que mi padre, arriba en el cielo, también", indicó, agradeciendo "a todos los moteros y los aficionados que se están volcando y que le querían mucho", cosa que está dando fuerzas a la familia. Un "increíble apoyo" como indicó su otro hijo, Pablo, que avanzó que su entierro en Madrid debe ser "un homenaje a la altura" de la leyenda de su padre.