El corredor del SKY Mikel Landa aseguró tras consolidar el liderato de la Vuelta a Burgos en la ascensión al Picón Blanco que el objetivo ahora es "no perder la Vuelta el último día", en el que se ascenderá a las Lagunas de Neila. El corredor alavés, que ha afirmado sentirse "muy contento" tras su segunda victoria en la ronda burgalesa de este año, ha reconocido tener "un poco de respeto" a la subida al Picón Blanco, un puerto muy exigente que "no conocía" y que tiene todos los ingredientes para que pueda volver a "repetirse".

"Ha sido un final muy bonito" para una "etapa de mucho desgaste", en la que el "terreno rompepiernas" y el "viento de cara" en los últimos kilómetros han endurecido la carrera, ha aseverado.

Aún así, ha añadido, el equipo ha respondido a la perfección para "controlar la fuga" primero y hacer la aproximación después, con Kenny Elissonde y Gianni Moscon haciendo las veces de gregarios de lujo.

En ese terreno, en el que era "bastante complicado soltar a cualquier rival", Landa ha acabado quedándose mano a mano con David de la Cruz, al que ha conseguido superar en los últimos 200 metros.