La Vuelta Ciclista a Zamora 2017 ha servido para que el uruguayo Mauricio Moreira se adjudique su primera victoria final en una ronda por etapas en los dos años que lleva compitiendo en España. Esta victoria final fue posible gracias al control total que el Caja Rural RGA ejerció frente a los mejores equipos españoles desde la contrarreloj inicial.

Al contrario de otras ediciones, la Vuelta 2017 se ha sustentado sobre corredores muy jóvenes y ha servido de escaparate de proyección para las que serán futuras estrellas del pelotón internacional como, por otra parte, debe de ocurrir en esta categoría Elite Sub 23. Dos sub 23 ocuparon esta vez los primeros puestos de la clasificación final, Moreira y Gómez, a los que hay que sumar al colombiano Nicolás Saenz, de solo 19 años, que venció en la "etapa reina" o al zamorano Jorge Bueno que termina entre los 13 primeros rodeado de "varias vacas sagradas de la categoría".

Por otra parte, destaca también el gran protagonismo que han adquirido este año los corredores extranjeros ya que al uruguayo Moreira o al colombiano Sáenz, hubo que añadir como principales actores al sudafricano Jakobus que firmó ayer una brillantísima victoria en la plaza de Viriato; al sudafricano Ovett que casi gana la "etapa reina" y termina tercero; o el bielorruso Dzmitry Zhyhunou, ganador de las metas volantes, todos ellos enrolados en equipos españoles. Entre ellos, el Caja Rural RGA fue claramente superior en esta edición de la Vuelta, superando de largo a otras escuadras de gran nivel como son Lizarte o Super Froiz, un poco grises este año en Zamora. Su superioridad volvió a quedar de manifiesto ayer consiguiendo la victoria en la clasificación por equipos de la crono.

La clasificación general llegó a la contrarreloj de ayer entre Villaralbo y Zamora de 6,7 kilómetros totalmente decidida pero ello no fue impedimiento para que los primeros clasificados la disputasen con todas las ganas del mundo. Porque había en el pelotón este año varios especialistas en el crono como es el caso de Manuel Jiménez, que lideró ayer la carrera durante muchos minutos; el exprofesional Peio Goikoetxea o el gallego Aser Estévez, muchas veces campeón gallego, por citar a los más destacados.

Pero el gran protagonismo lo acaparó el sudafricano Willen Jakobus, toda una incógnita para el Rías Baixas en este terreno ya que tan sólo lleva tres meses compitiendo con el equipo de dirige Marcos Serrano. Jakobus encontró además como principal rival a un Mauricio Moreira al que ya conocía pues le batió en una de las etapas de la pasada Vuelta a Segovia en la que el sudafricano fue segundo pero se enfundó el maillot de vencedor final. Moreira no quería sorpresas ayer y completó con su tercer puesto una gran actuación en su segunda participación en la ronda zamorana: líder tras la crono inicial por equipos, segundo en la etapa de Domez y segundo en el Alto de Muruxal, unos resultados que le dieron además el primer puesto en la clasificación de la Regularidad.

Una de las escasas incógnitas que restaban por decidir era en qué lugar de la general terminaría el zamorano de San Cristóbal de Entreviñas Jorge Bueno. Bueno afrontó la jornada en el puesto décimo segundo pero podía perderlo ya que tenía a Gabriel Pons a solo 11 segundos y a Aser Estévez a 54.

El zamorano estudiante de Ingeniería echó el resto y firmaba un meritorio 30º puesto en una de las primeras veces que se montaba este año en la "cabra" alcanzando, pero no fue capaz de defender esa duodécima plaza ya que Gabriel Pons le superaba por tan sólo 2 segundos. Aser Estévez se quedaba a más de medio minuto.

La Vuelta a Zamora cerraba de esta forma una nueva edición en la que la gran asignatura pendiente ha vuelto a ser la convocatoria de público. Parece evidente que el ciclismo no congrega ya a las cantidades de gente que en otros tiempos, entre otras cosas, porque la provincia de Zamora camina a marchas forzadas hacia la despoblación. Pero resulta triste la escasísima repercusión que registró una prueba tan atractiva como puede ser una contrarreloj por equipos en la localidad de Villalpando, o el escaso público que se reunió en la línea de meta de ayer en la plaza de Viriato. Este es un mal general que atañe al ciclismo y que, salvo en la Vuelta a España, se repite no sólo en competiciones del campo aficionado como la nuestra, sino también en las profesionales.

En todo caso, la Vuelta a Zamora sigue siendo uno de los principales acontecimientos deportivos que se disputan cada año en nuestra provincia y prueba de ello es la fidelidad que mantienen los mejores equipos españoles de la categoría que siempre participan con sus primeros espadas.