Los hermanos Brownlee, Alistair y Jonathan, oro y plata olímpicos en los Juegos de Río (Brasil), volvieron a exhibirse al lograr ayer un nuevo doblete, en Leeds, sede de la cuarta prueba del Mundial de triatlón, quel Fernando Alarza acabó tercero.

Alistair, de 29 años y doble campeón olímpico, amplió a 22 su propio récord de triunfos en el Mundial, al cubrir "su" circuito, de 1.500 metros a nado, 38,6 kilómetros en bici y diez más de carrera a pie, en una hora, 46 minutos y 51 segundos, doce menos que su hermano menor y con 38 de ventaja sobre Alarza. El talaverano, tras acabar cuarto en Abu Dabi, tercero en Gold Coast (Australia) y segundo en Yokohama (Japón), es el nuevo líder del campeonato.

El principal aliciente de la prueba disputada en la localidad de West Yorkshire era ver competir de nuevo juntos a los dos hermanos más famosos de la historia del triatlón. Y no defraudaron.

Los Brownlee son, sencillamente, espectaculares. Sólo quieren ganar y salen a reventar las carreras desde el principio. Con el de "victoria o muerte" como lema familiar. A riesgo de desfallecer, como ya les ha sucedido a ambos en alguna una ocasión.

Esta vez y con el aliciente de repetir su doblete en casa del año pasado, cuando Leeds debutó en el calendario, no podía ser de otra manera. Salieron en cabeza del Lago Waterloo, donde emergió primero, como era de esperar, el eslovaco Richard Varga.

Y no esperaron ni un segundo: nada más coger la bici demarraron. Inicialmente, junto a los franceses Raphael y P Le Corre, que no aguantaron el tirón todo el tramo de enlace.

Los Brownlee llegaron a su ciudad haciendo una contrarreloj a dúo, con siete segundos de ventaja sobre el grupo perseguidor, en el que viajaban Alarza y el tinerfeño Hernández, que, recién recuperado de una fascitis plantar, acabó en una notable novena plaza. Renta que les fue suficiente ante el nuevo líder mundial de un equipo español que, junto aldecimoctavo puesto de Antonio Serrat, completó una gran actuación.