La eficacia del Movistar Inter, con un instante como punto de inflexión, el 2-0 de penalti y el 3-0 al contragolpe madrileño en minuto y medio, del 28 al 30, reequilibró este sábado la serie final por el título ante el Barcelona, al borde del empate hasta ese momento decisivo, cuando ya fue doblegado.

Hace dos días, el Barça fue mucho más concreto en ataque; este sábado lo fue el actual campeón de la Liga, que se adelantó pronto, por medio de Carlos Ortiz, aguantó después, sentenció con los dos citados golpes seguidos cerca del ecuador del segundo periodo y completó una goleada excesiva con su rival con portero-jugador.

El Inter sorteó la presión. Perdido el factor cancha el jueves, con la derrota en los penaltis del primer asalto a la cima del campeonato, en su segundo encuentro seguido en casa y a la vista ya las dos visitas de la próxima semana al Palau Blaugrana, la victoria era la única recomposición posible para él en la eliminatoria.

Para el Barça fue una ocasión perdida. Ha entrado en el tramo final en su mejor momento, fuera de los altibajos que le han mermado a lo largo de la temporada, y liberado con el billete ya para la Copa de Europa de la campaña que viene, pero quiere más. Lo demostró el jueves y lo demostró este sábado, de nuevo altamente competitivo frente al Inter.